Novillos de dulce
Los tres novilleros del cartel navegan en la frontera de los 20 a?os. Suspiran por un contrato y mejor si es en una plaza de primera. Ayer se encontraron con unos novillos entregados en la tarea de embestir. Vamos, que les toc¨® el gordo.Sin embargo, el escaso p¨²blico que se dio cita en el coso tuvo que conformarse, la mayor¨ªa de las veces con premiar con aplausos la voluntad de los toreros, ovacionar calurosamente a los novillos al paso de mulillas e imaginar este ganado en el capote y muleta de otros oficiantes con m¨¢s cuajo.
Romero de C¨®rdoba, que ya hab¨ªa dejado escapar las orejas de su primero, no tuvo m¨¢s remedio que dar la cara en su segundo. Lig¨® la mayor¨ªa de las tandas, aunque le falt¨® relajarse y templar los muletazos. Pese a ello, era tal la calidad de Traficante, que al p¨²blico todo le pareci¨® bueno, incluso la defectuosa estocada, poniendo en manos del torero dos orejas. Triunfal la vuelta al ruedo de Traficante.
Guadalest / Romero, Mu?oz, Samos
Novillos de Guadalest, bien presentados, de excelente juego. Al cuarto se le dio la vuelta al ruedo.Romero de C¨®rdoba: palmas y dos orejas. Sali¨® a hombros por la puerta grande. Jos¨¦ Mu?oz: ovaci¨®n; aviso y ovaci¨®n. Jos¨¦ Manuel Samos: dos avisos y silencio; un aviso y silencio. Plaza de los Califas. 28 de mayo
Jos¨¦ Mu?oz no supo sacarle provecho a su temporal riqueza. Quiz¨¢, sorprendido, limit¨® su estrategia a pases sueltos. Liquid¨® su fortuna de mala manera.
De Jos¨¦ Manuel Samos, tanto de lo mismo. Buena penitencia le queda cada vez que se acuerde de lo que le sali¨® una calurosa tarde de mayo en Cordoba.
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