Neur¨®logos de EE UU hallan una de las piezas del rompecabezas de la esquizofrenia
Nuevos estudios relacionan el mal con anormalidades cerebrales del feto
Se acerca un cambio radical en el conocimiento cient¨ªfico de la esquizofrenia una enfermedad mental devastadora que padece el 1% de la poblaci¨®n mundial. Los primeros s¨ªntomas aparecen habitualmente cuando la gente se acerca a la treintena pero, ahora, los neurocient¨ªficos creen que las semillas de la enfermedad se siembran a menudo durante el desarrollo fetal. Al parecer, el defecto b¨¢sico del cerebro de muchos esquizofr¨¦nicos es que algunas c¨¦lulas nerviosas emigran a las ¨¢reas equivocadas y dejan peque?as regiones del cerebro descolocadas o mal conectadas.
Esta clase de errores en la arquitectura neural puede tener una o m¨¢s causas que todav¨ªa est¨¢n por descubrir. Entre los principales s¨ªntomas de esquizofrenia se encuentran la apat¨ªa, un embotamiento de las emociones, alucinaciones y la escucha de voces interiores. Cuando estos s¨ªntomas se han manifestado, es t¨ªpico que aparezcan y desaparezcan durante toda la vida de una persona.Los or¨ªgenes de la enfermedad han estado durante mucho tiempo rodeados de misterio. Atribuidos en su d¨ªa a una comunicaci¨®n pobre en el entorno familiar, actualmente la enfermedad se reconoce como una afecci¨®n del cerebro, en vista de las diferencias entre los cerebros esquizofr¨¦nicos y los normales.
Principal candidato
Seg¨²n David Shore, jefe del departamento de investigaci¨®n de la esquizofrenia del Instituto Nacional para la Salud Mental de Estados Unidos, la idea de que estas diferencias surgen durante el desarrollo fetal "es una de las principales candidatas a explicar c¨®mo se pueden haber producido los cambios que vemos en el cerebro de los esquizofr¨¦nicos".Pero esa teor¨ªa no resuelve todo el rompecabezas. Daniel Weinberger, jefe del departamento cl¨ªnico de enfermedades cerebrales del citado. instituto, afirma: "Probablemente, la esquizofrenia consiste en muchas clases de problemas diferentes que convergen en el mismo s¨ªndrome, y no en una ¨²nica enfermedad. Pero, a juzgar por los experimentos, la mitad o m¨¢s de los casos de esquizofrenia parecen ser debidos a anormalidades en el desarrollo cerebral del feto".
Las pruebas de esa nueva teor¨ªa proceden de varias fuentes diferentes, entre ellas autopsias del cerebro de pacientes, pel¨ªculas caseras grabadas cuando los pacientes ten¨ªan s¨®lo dos a?os y datos epidemiol¨®gicos.
Uno de los informes m¨¢s convincentes, basado en tejido de autopsias y publicado este mes en los Archivos de Psiquiatr¨ªa General, mostraba neuronas descolocadas en las ¨¢reas prefrontales de siete de los 20 cerebros de pacientes con esquizofrenia pero no hab¨ªa en ninguno de los 20 cerebros de personas sin la enfermedad. El estudio es el cuarto de esta clase que informa de c¨¦lulas descolocadas en diversas partes de la corteza de esquizofr¨¦nicos.
Las c¨¦lulas descolocadas son residuos inesperadamente grandes de la subplaca neural, una estructura que gu¨ªa a otras neuronas al lugar que les corresponde.
La subplaca se forma aproximadamente en el cuarto mes de gestaci¨®n. Desaparece gradualmente casi por completo durante el primer mes de vida una vez cumplida su tarea de conducir las neuronas hacia su lugar en la corteza.
Steven G. Potkin, psiquiatra en la Universidad de California, en Irvine, y coautor del estudio, explica: "La migraci¨®n de c¨¦lulas cerebrales a trav¨¦s de la subplaca neural tiene lugar casi completamente en el segundo trimestre de desarrollo del feto. Si se interrumpe esta migraci¨®n, las c¨¦lulas acaban en el lugar equivocado o hacen conexiones defectuosas y eso es lo que hemos encontrado en el cerebro de los pacientes esquizofr¨¦nicos. La distribuci¨®n defectuosa de estas c¨¦lulas indica una anormalidad en la subplaca".
Sobre la causa exacta de que la subplaca neural no consiga cumplir con su obligaci¨®n s¨®lo se pueden hacer conjeturas. Potkin especula con la posibilidad de que "haya una amplia variedad de causas, desde un mecanismo gen¨¦tico defectuoso hasta ataques medioambientales como el que la madre tenga un virus que penetre en la placenta, lo que interfiere en el funcionamiento de la subplaca neural en los meses cr¨ªticos del desarrollo cerebral del feto".
Dos d¨¦cadas
Una cuesti¨®n inquietante para los partidarios de la nueva teor¨ªa es por qu¨¦ los s¨ªntomas de esquizofrenia no aparecen durante dos o m¨¢s d¨¦cadas si las anormalidades cerebrales existen desde el nacimiento. Una respuesta es que, en efecto, hay se?ales de futuros problemas a lo largo de la vida pero que son sutiles y se pasan por alto f¨¢cilmente.El Consejo Brit¨¢nico de Investigaci¨®n M¨¦dica estudi¨® a todos los ni?os nacidos en Gran Breta?a en la primera semana de marzo de 1946, y les examin¨® aproximadamente cada dos a?os hasta que cumplieron 43 a?os. Robin Murray, psiquiatra brit¨¢nico, descubri¨® sutiles diferencias infantiles entre los que despu¨¦s desarrollaron esquizofrenia.
Weinberger, que el ano pasado analiz¨® en la publicaci¨®n m¨¦dica The Lancet, las pruebas que relacionaban problemas neurol¨®gicos con la esquizofrenia, afirma: "No hab¨ªa grandes anormalidades sino, por t¨¦rmino medio, un modelo de maduraci¨®n retrasada del cerebro. durante toda la vida".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.