Arantxa jugar¨¢ su quinta final en Par¨ªs
La espa?ola se impuso a Novotna y disputar¨¢ el t¨ªtulo a Graf
Pese a quien pese, Arantxa S¨¢nchez Vicario disputar¨¢ ma?ana la final de Roland Garros. Es la quinta vez que eso ocurre y parece que algunos espectadores no est¨¢n muy de acuerdo con ello. Cuando ayer Arantxa se retir¨® de la central tras haber derrotado a la checa Jana Novotna por 6-3, 7-5 en una hora y 37 minutos, la espa?ola no escuch¨® un aplauso tan limpio como el que despidi¨® a su rival. Se oyeron tambi¨¦n algunos silbidos absolutamente inmerecidos. Arantxa disputar¨¢ ma?ana (14.00, La 2 y Eurosport) el t¨ªtulo a la alemana Steffi Graf, que destruy¨® cualquier posibilidad de una final espa?ola al imponerse a la aragonesa Conchita Mart¨ªnez por 6-3, 6-1 en 1 hora y siete minutos.Cuestionar ahora a Arantxa es inveros¨ªmil. Una jugadora que como ella ha alcanzado 16 veces las semifinales del Grand Slam y que ha estado 10 veces en finales no merece ese trato. Su palmar¨¦s est¨¢ adornado por tres t¨ªtulos de Slam -dos Roland Garros y un Open de Estados Unidos- pero, adem¨¢s, su presencia en las ¨²ltimas rondas no s¨®lo acredita su calidad sino su tremenda regularidad. Pocas, muy pocas jugadoras, pueden alardear de haber mantenido el list¨®n tan alto a lo largo de toda su carrera.
Arantxa apenas ha tenido altibajos. Y aunque sus golpes no son tan espectaculares como los de Steffi Graf, los de Monica Seles o los de Conchita Mart¨ªnez, posee una inteligencia natural y una fuerza mental que le permite vencerlas. A todas ellas las ha superado alguna vez a lo largo de su ya dilatada carrera. Y esa fuerza mental, esa garra, este esp¨ªritu combativo es el que de nuevo le ha permitido salvar todos los obst¨¢culos y llegar a la final.
Contra la eslovaca Karina Habsudova, en los cuartos de final, Arantxa aplic¨® una t¨¢ctica defensiva, con bolas muy altas, que exasper¨® al p¨²blico pero que le dio un triunfo que a punto estuvo de escap¨¢rsele. All¨ª recibi¨® las primeras pitadas por su juego. Sin embargo; ayer frente
Novotna se vio a otra Arantxa. Cambi¨® por completo su esquema de juego, atac¨®, lanz¨® bolas profundas a ambos lados y gan¨® puntos en la red. Nunca permiti¨® que Novotna entrara en la pista. La mantuvo alejada de la red (donde mejor se mueve) y cuando se acerc¨® a ella la super¨®. con precisos passings en m¨²ltiples ocasiones.
Esa es una forma agresiva de jugar para una tenista que no tiene m¨¢s que un golpe decisivo: su rev¨¦s. Arantxa hizo un gran partido. Jug¨® con la cabeza, controlando cada golpe, cada punto, cada juego. Corriendo de una punta a otra de la pista para demostrarle a Novotna que no estaba dispuesta a regalar nada, que cada punto que ganara deber¨ªa anot¨¢rselo con el sudor de su frente.
Mal servicio
Novotna encontr¨® su cruz en su servicio. Cuando una sacadora como ella pierde el sello de su identidad cae en picado. Y en parte fue lo que le ocurri¨®. Tuvo que tomar muchos m¨¢s riesgos para desbordar a Arantxa con sus golpes de fondo y eso la llev¨® a cometer 42 errores no forzados. Y, adem¨¢s, hizo dobles faltas en momentos decisivos: una en el juego que cerr¨® la primera manga, otras dos en el juego que cerr¨® el partido."Hay mucha gente que cre¨ªa que no estar¨ªa en la final. Pero ah¨ª estoy", coment¨® Arantxa. "Y para llegar hay que haber jugado realmente bien. Creo que tengo mi valor. La gente viene a verme jugar. Y me siento orgullosa de c¨®mo lo hago", dijo. Arantxa se neg¨® a aceptar que un sector del p¨²blico la hab¨ªa silbado. "Yo no lo he o¨ªdo".
Esa es la forma que ella tiene de positivar siempre las situaciones m¨¢s adversas. Y ser¨¢ uno de los valores que har¨¢n posible pensar que Arantxa puede ganar a Graf en la final. Ambas jugadoras se han enfrentado 34 veces y Arantxa ha logrado ocho victorias, dos de ellas en la final de Roland Garros (1989) y del Open de Estados Unidos (1994).
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