Bigas Luna entra en la Padania de Bossi con sexo y mortadela
El cineasta catal¨¢n lanza 'Bambola', con Jorge Perugorr¨ªa y Valeria Marini
?Qu¨¦ no puede faltar en una pel¨ªcula de Bigas Luna? Amor, comida y violencia, dir¨ªa el m¨¢s distra¨ªdo. Los tres elementos vuelven en Bambola (Mu?eca), el filme que el cineasta barcelon¨¦s, de 50 a?os, termina de rodar en Comacchio, en el coraz¨®n de esa Padania convertida en patria del norte de Italia por Umberto Bossi. "Aqu¨ª no hay jam¨®n, pero s¨ª mucha mortadela", afirma Jorge Perugorr¨ªa para destacar la continuidad de esta pel¨ªcula con t¨ªtulos anteriores de Bigas Luna. "La historia", dice ¨¦ste, mirando a la explosiva protagonista, Valeria Marini, "es, sobre todo, una mu?eca que enloquecer¨¢ al mundo".
Dentro de unos pabellones del siglo XVIII, el escen¨®grafo Walter Caprara ha construido el locutorio de una c¨¢rcel. A trav¨¦s de los cristales y barrotes, conversan Perugorr¨ªa y Manuel Bandera, ambos reclusos, con la Marini. A ¨¦sta, le gusta instintivamente el personaje que encarna el joven actor malague?o, quien, sin embargo, responde m¨¢s en la pel¨ªcula al atractivo de Stefano Dionisi, hermano homosexual, seg¨²n el gui¨®n, de la mu?eca Marini. La Marini establecer¨¢ una relaci¨®n obsesiva con Perugorr¨ªa que, lejos de su papel en Fresa y chocolate, representa aqu¨ª a un macho puro y violento.La historia avanza a trav¨¦s de sucesivos episodios sangrientos, frecuentemente en un restaurante de carretera donde Bambola sirve ranas y anguilas, productos t¨ªpicos del delta del Po y de Comacchio, hasta un desenlace en el que la ingenua y bien dotada mu?eca sale corno el ¨²nico personaje fuerte. Todo ello, envuelto en buenas dosis de humor, de truculencia grotesca. "Respeto mucho la pasi¨®n, pero al final me gusta una gran carcajada. Es una pel¨ªcula hecha con mucha alegr¨ªa, con mucha vida, y espero que se note", dice Bigas Luna.
Huellas del cine
Se trata de la primera pel¨ªcula que el director catal¨¢n rueda en Italia, y concretamente en unos escenarios que han dejado huella en la historia del cine. En Comacchio y sus alrededores, cerca de Ferrara, se rodaron pel¨ªculas hist¨®ricas del neorrealismo, como La donna del fiume, con Sofia Loren o Riso ammaro, con Silvana Mangano. Aunque si Bambola hubiera de ser una cita de alguna producci¨®n previa habr¨ªa que pensar m¨¢s bien en Ossessione de Lucchino Visconti, donde Chiara Calamani desataba ansias de camioneros en un restaurante de carretera similar al que aqu¨ª sirve la Marini.Pero Luna afirma que Arroz amargo no es una pel¨ªcula que tenga especialmente presente, a diferencia de las otras dos citadas, o de las pel¨ªculas de Sergio Leone. Una mezcla que le lleva a calificar su producci¨®n actual de trattoria-western.
"Es una pel¨ªcula en la que quiero jugar con todos los s¨ªmbolos italianos que amo, con la tendencia italiana a la exageraci¨®n que Valeria Marini expresa muy bien", a?ade. "Hay mucho de todo. Mucha carne, mucha pasta y mucho de ese 'come, come que te har¨¢ bien', que es mi frase preferida de la secuencia rodada por Vittorio de Sica en L'oro di Napoli".
Las ¨²nicas experiencias previas de Bigas Luna con Valeria Marini, que por lo dem¨¢s suele volcar su generoso sexy en inocentes programas de variedades televisivas aptas para todos los p¨²blicos, fueron una publicidad para televisi¨®n que provocaron protestas de las feministas.
La actriz se f¨ªa a ojos cerrados del director catal¨¢n. Y en los momentos de duda, puede recurrir al consejo de Anita Ekberg, tambi¨¦n mu?eca explosiva de otros tiempos que ha sido llamada por Bigas Luna para interpretar a una enloquecida madre. Otro car¨¢cter femenino fuerte. "Soy v¨ªctima de la pasi¨®n violenta que desencadeno en un hombre, pero salgo fortalecida con la experiencia de un amor tremendo", concluye, con un delicado moh¨ªn, Valeria Marini.
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