Toreros en pupitres

En Madrid muchos toreros tienen t¨ªtulo. La Escuela de Tauromaquia prepara a los j¨®venes que quieren aprender este arte. Fue fundada por el periodista Manuel Mart¨ªnez Molinero en 1976: "Estaba harto de ver chavales pidiendo una oportunidad por las plazas sin que nadie les atendiese. Me pregunt¨¦ c¨®mo era posible que los abogados tuviesen t¨ªtulo acad¨¦mico y los toreros no. Era il¨®gico".Esta escuela, situada en la Casa de Campo, prepara cada a?o a unos 200 j¨®venes. Los estudiantes, divididos en tres grupos (A, B y C), tardan unos tres a?os en obtener el t¨ªtulo que les acredita como toreros.

Estudian asignaturas tales como la historia del toreo, las ganader¨ªas, toreo de sal¨®n, repertorio de pases... Los cursos van de octubre a julio. La matr¨ªcula cuesta 500 pesetas, y las clases, 300 al mes. Los chavales que pasan por esta escuela tienen m¨¢s vacaciones que el resto de j¨®venes madrile?os. Adem¨¢s de verano, Semana Santa y Navidad, gozan de permisos durante las ferias.

De esta escuela han salido matadores reconocidos como Joselito o Cristina S¨¢nchez. "Pero lograr el t¨ªtulo no es nada si no existe arte. Nosotros les buscamos corridas en los pueblos para que demuestren lo que saben. Luego, todo depende de ellos y de que alg¨²n apoderado se f¨ªje", dice Mart¨ªnez Molinero.

Roberto Espinosa, apoderado de Luis Francisco Espl¨¢, afirma que "la Escuela de Tauromaquia ha servido para destapar a importantes figuras". "La escuela influye y da refugio a los chavales", a?ade.

Seg¨²n Roberto Espinosa, "los toreros madrile?os tienen una fuerte personalidad. Quiz¨¢s porque est¨¢n muy cerca de la m¨¢s importante plaza del mundo o porque viven en una ciudad donde se centra lo m¨¢s granado de la tauromaquia. El ambiente influye, pero la pensonalidad del torero es lo m¨¢s importante. Sin personalidad no hay nada que hacer".