Bochorno
El domingo 21 de abril de 1996, entre las 17 y 18 horas, se desarroll¨® un bochornoso incidente que casi degenera en violencia f¨ªsica desfavorable hacia nosotros, los echadores de cartas que venimos ejerciendo nuestro cometido al amparo de los permisos correspondientes, renovables cada tres meses.Concretando: la Iglesia Cristiana, una secta con domicilio en el paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza, 12 (Atocha-Madrid), seg¨²n los volantes distribuidos por ellos, hicieron abandono de la zona entre la fuente de los Gal¨¢pagos y la calle que comunica a Puerta de Alcal¨¢, en el parque del Retiro, y se lanzaron a repartir sus propagandas donde los echadores ejercen su profesi¨®n y atacar a los poco cristiano y ofensivo hacia Dios de nuestras actividades, llegando a la situaci¨®n violenta, en la que el p¨²blico hubiese terminado ech¨¢ndose en contra nuestra, ya que no se detiene a discernir entre la Iglesia cat¨®lica y las distintas iglesias o sectas que hacen proselitismo al amparo de la tolerancia que les garantizan las libertades y derechos recogidos en la Constituci¨®n.
Ya antes hubo algunos precedentes con este grupo sin llegar a la desagradable situaci¨®n que origina la presente carta. Que se podr¨ªan caratular de espor¨¢dicos y en los que retornaban a su lugar de actuaci¨®n. En el caso del domingo 21 de abril, los guardias municipales intervinieron y alejaron a estos elementos hacia la altura de las farolas 13-14, en las que continuaron con sus c¨¢nticos.
Las distintas sectas exigen tolerancia hacia ellos. Es necesario que la practiquen hacia los dem¨¢s. Y deben recordar que no son poseedores de la verdad absoluta, sino practicantes devotos de lo que creen sin olvidarse de que, en nombre de la libertad de conciencia, cada uno es libre de desenvolverse y dar cuentas de sus actos ante quien corresponda, ante las autoridades y normativas en la tierra y ante el Supremo de su devoci¨®n cuando les llegue (y nos llega) el turno.
Pedimos a las autoridades velar por el cumplimiento normativo de la convivencia entre los distintos grupos y ciudadanos, recordando que entre todos somos responsables de nuestras propias conductas, ante nosotros mismos y ante las autoridades, cuando nos lo exijan.-
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