Los republicanos acusan a la Casa Blanca de espiarles con papeles del FBI
Si el caso Whitewater no funciona electoralmente -y, por ahora, no est¨¢ funcionando-, la oposici¨®n republicana puede haber encontrado un nuevo esc¨¢ndalo con el que atacar al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. Este ¨²ltimo asunto puede ser llamado gen¨¦ricamente el caso de los archivos del FBI, y consiste en la revisi¨®n por parte de altos funcionarios de la Casa Blanca en 1993 de documentos sobre los antecedentes personales y pol¨ªticos de m¨¢s de 300 personas, entre ellas, varios prominentes republicanos.El senador Bob Dole, candidato a la presidencia, ha denunciado el caso como un claro abuso de poder y ha asegurado que "huele a una conspiraci¨®n de altura". El l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado, Richard Armey, ha sugerido una investigaci¨®n parlamentaria al respecto.
El jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Leon Panetta, pidi¨® ayer disculpas por el hecho de que los archivos del FBI, que fueron devueltos a esa instituci¨®n la pasada semana, hubieran sido retenidos en la residencia presidencial durante tres a?os, pero neg¨® que eso se debiera a motivaciones pol¨ªticas. Panetta calific¨® lo ocurrido de "error inexcusable". El presidente Clinton respald¨® personalmente las disculpas presentadas por Panetta e insisti¨® en que sus colaboradores no actuaron de mala fe al revisar informaci¨®n confidencial sobre algunos adversarios pol¨ªticos.
El origen de la pol¨¦mica se remonta a principio de 1993, en los primeros d¨ªas de la presidencia de Clinton. Los responsables de seguridad de la presidencia solicitaron entonces los archivos del FBI sobre determinadas personas con acceso a la Casa Blanca, aparentemente con el prop¨®sito de actualizar las credenciales de entrada.
Baker, investigado
Entre las personas sobre las que se pidi¨® informaci¨®n figuran James Baker, ex secretario de Estado; Kenneth Duberstein, jefe de Gabinete de Ronald Reagan; Marlin Fitzwater, portavoz de Reagan, y Tony Bankley, portavoz de Newt Gingrich. Las sospechas nacieron al conocerse que esos archivos han estado hasta ahora en poder de la presidencia, y que entre las personas cuya informaci¨®n fue revisada estaba Billy Dale, antiguo jefe de la oficina de viajes de la Casa Blanca. Dale y sus empleados fueron despedidos en 1993 y sustituidos por colaboradores cercanos a Hillary Clinton, lo que es objeto de investigaci¨®n en estos momentos.Leon Panetta ha asegurado que la informaci¨®n contenida en esos archivos no ha sido utilizada en ning¨²n momento con prop¨®sitos pol¨ªticos. Pero algunos comentaristas republicanos se han referido a este caso como un ejemplo de que la Casa Blanca usa el FBI como un instrumento partidista para su propio beneficio, lo que trae de nuevo ecos de Watergate a la escena pol¨ªtica en Estados Unidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.