EL CUADERNO DE VALDANO

Es hora de ponerse los pies. Los porteros son jugadores que tienen la ventaja de poder usar las manos dentro del ¨¢rea. La mayor¨ªa de ellos dejan la impresi¨®n de querer compensar ese privilegio reglamentario: se ponen las manos y se quitan los pies. Hay algunos que tienen una inseguridad llamativa para resolver situaciones sencillas: dudan, zapatean, miran el bal¨®n como si lo fueran a descuartizar y terminan tir¨¢ndolo fuerte y a cualquier parte, muchas veces ni le aciertan a lo verde. En esta Eurocopa, entre torpezas con los pies, dos costaron goles (Cherchesov, Rusia, y V¨ªctor Bah¨ªa, Portugal). Me contaron que el gran Alfredo Di St¨¦fano, ante un despeje desafortunado de un defensa, se le acerc¨® para hacerle una aclaraci¨®n: "Me la ten¨¦s que dar a m¨ª no a Bernab¨¦u". Pues eso.Hay que cuidarse (del resultado). La selecci¨®n inglesa debut¨® jugando un p¨¦simo partido y la prensa nacional decidi¨® convertir la vida privada de los jugadores en un espect¨¢culo. Al parecer algunos le tienen gusto al alcohol y la noche; la afici¨®n est¨¢ que trina, no es para menos, lo dice la prensa... Hace s¨®lo dos a?os una discoteca se puso de moda en Mil¨¢n y despu¨¦s de los partidos varios jugadores de los dos equipos de la ciudad iban a descargar sus tensiones con copas y baile. El Inter llevaba una p¨¦sima temporada y desde mismo club se culpaba a los jugadores por su irresponsable comportamiento. El Milan complet¨® una excelente temporada y para los responsables m¨¦dicos del club la discoteca era el veh¨ªculo para el equilibrio psicof¨ªsico de los jugadores. Inglaterra juega ma?ana contra Escocia; si pierden ser¨¢ mejor que los jugadores se vayan a dormir. Si ganan pueden beber lo que les d¨¦ la gana: una ronda la paga la afici¨®n y la otra el periodismo. As¨ª suele ser esto.

Tiempo muerto. Yo estaba cuidando el huerto futbol¨ªstico te meroso de la alianza entre los directivos del f¨²tbol y los de la televisi¨®n. Quieren trocear los partidos para venderlos mejor, pens¨¦. Ah¨ª ten¨ªa entretenida mis defensas cuando Sacchi me atac¨® por la espalda: "Es importante introducir tiempos muertos para que los entrenadores podamos intervenir con correcciones", dijo. Dios nos libre de los cientifistas que todav¨ªa no entendieron que el f¨²tbol es un hecho cultural y que (gracias Fellini) "no se puede interrumpir una emoci¨®n". Ese deseo de invadir el espect¨¢culo es de una soberbia, seguramente in consciente, monumental.

Homenaje a Hagi. Es un tipo de jugador en peligro de extinci¨®n. Es un grito de rebeld¨ªa contra la t¨¢ctica. El entrenador, tiza en mano, tiembla intentando buscarle un lugar en el campo: ?Por la izquierda o por el centro, de delantero o de medio campista? Los jugadores como Hagi necesitan de un equipo con un andamiaje firme armado por sus 10 compa?eros para disfrutar del privilegio de la libertad. Regatea de maradoniana manera, tiene m¨¢s capacidad para el tiro que sensibilidad para el pase y m¨¢s precisi¨®n para los servicios largos que para los cortos, sabe proteger el bal¨®n y abarcar el campo entero con su mirada. No tengo que hacer ning¨²n esfuerzo para meterlo en la memoria con todos los honores porque se trata de un grande, y los grandes se acomodan solos en el recuerdo.