Italia se baja del pedestal
La Rep¨²blica Checa firma la sorpresa y descubre que el m¨¦todo de Sacchi es vulnerable
La Rep¨²blica Checa baj¨® a Italia de la pasarela de la Eurocopa. Los checos siempre han sido mal enemigo para cualquier ilustre. No acostumbran a mirar qui¨¦n tienen enfrente, ni d¨®nde se juega el partido, ni qu¨¦ valor tiene. Igual pierden con naturalidad con Alemania que le ganan a Italia, como sucedi¨® anoche. Mostraron que el m¨¦todo de Sacchi no s¨®lo no es infalible sino que es vulnerable. Pag¨® cara su altaner¨ªa el seleccionador italiano. El partido se apag¨® con la sensaci¨®n de que le falt¨® luz por la ausencia de jugadores clarividentes como Zola, postergado hasta el ¨²ltimo cuarto.Italia jam¨¢s estuvo c¨®moda en la cancha. Fue a remolque desde que Sacchi pint¨® la pizarra y cambi¨® a medio equipo pese a ganar. a Rusia. De nada le sirvi¨® mantener al cuarteto defensivo. El colectivo se agujer¨® por el ombligo del campo. La p¨¦rdida del sitio de Dino Baggio arrastr¨® a todo el grupo. Pat¨¦tica result¨® la defensa que hizo Italia del carril izquierdo. Maldini, el punto de referencia del f¨²tbol italiano, fue retratado tres veces seguidas por Poborsky.
Los checos rompieron el choque desde la arrancada por su banda derecha. El equipo de Uhrin sali¨® muy altivo al campo. La presi¨®n, velocidad y anticipaci¨®n que tuvo le permiti¨® desnudar a Italia. El partido tuvo el ritmo que nunca le gust¨® a Sacchi. Los checos atropellaron al contrario. No le dieron respiro.
No hab¨ªan transcurrido ni cuatro vueltas de reloj y la defensa m¨¢s solvente del f¨²tbol continental ya hab¨ªa recibido un gol.
Pudo recomponer Italia sus l¨ªneas con un tanto a la contra de Chiesa. Una p¨¦rdida de bal¨®n del marcador Suchoparek ratific¨® que el grupo de Sacchi practica m¨¢s la recuperaci¨®n que la conducci¨®n del cuero. Los italianos trataron desde entonces de calmar la contienda. No pudieron. L¨®pez Nieto, el ¨¢rbitro del partido, expuls¨® a Apolloni y oblig¨® a Sacchi a reorganizar otra vez: baj¨® a Donadoni al lateral izquierdo mientras Maldini pasaba al eje central de la zaga. Fue un suicidio.
Kuka se ofreci¨® en el flanco derecho y mont¨® el segundo gol con el mismo dibujo que el primero: recepci¨®n y centro medido para la llegada de los medios. Italia se qued¨® atontada. Y Sacchi tuvo que corregir de nuevo el dispositivo: puso a un lateral nato como Carboni y devolvi¨® a Donadoni a su puesto de volante izquierdo. El equipo se asent¨® de una vez, aguant¨® hasta el descanso y encar¨® el segundo tiempo con mejor aspecto.
Los checos bajaron algo los brazos y cedieron la iniciativa. Italia se acab¨® metiendo en el partido y la contienda se equilibr¨®, ya con Italia al mando. Fue un di¨¢logo muy abierto. La entrada de Casiraglii y de Smicer reforz¨® las opciones de gol.
Los italianos trabajaron a destajo buscando posiciones de remate. Les falt¨®, sin embargo, lucidez. Ya desquiciado, Sacchi acab¨® por poner en el campo a la misma pareja que debut¨® contra Italia. La entrada de Zola clarific¨® el ataque. Pero los checos replicaron cada jugada italiana con una contra fulminante, directa y agresiva. Peruzzi tuvo que esforzarse para mantener a su equipo en el partido hasta el final. La soberbia actuaci¨®n del meta permiti¨® que el partido acabara con una pincelada de Zola: le puso el gol en la bota de Casiraghi, pero el ariete err¨®. Nunca Italia hab¨ªa estado tan fallona como ayer en Liverpool.
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