Abiertas en Suiza dos exposiciones del ideal cl¨¢sico en, la antigua Grecia y en el siglo XX

A la par que la Feria Art 27.96, han coincidido en estos d¨ªas en Basilea dos extraordinarias exposiciones, centradas en tomo a temas y momentos muy dispares, pero que a la vez comparten, de alg¨²n modo, significativos rasgos comunes. Ambas buscar iluminar, a partir de las obras art¨ªsticas de un periodo determinado, otras parcelas de la realidad de ese momento; ambas, tambi¨¦n, tienen como raiz com¨²n el ideal de las formas cl¨¢sicas, una a partir de su propia gestaci¨®n hist¨®rica, otra en la recreaci¨®n que de ellas se hizo en el contexto art¨ªstico del primer tercio de nuestro siglo.

Procedente de Baltimore y Dallas, la muestra titulada Pandora. La mujer en la Grecia cl¨¢sica se presenta en el Antikenmuseum y el Museo de la Colecci¨®n Ludwig hasta el pr¨®ximo domingo. A trav¨¦s de un excelente conjunto de piezas de primer¨ªsimo orden, m¨¢rmoles, bronces y cer¨¢micas ¨¢ticas, procedentes de las secciones de arte antiguo de los principales museos de todo el mundo, la exposici¨®n propone al visitante una sugerente y esclarecedora aproximaci¨®n a la visi¨®n que del universo femenino nos dibuja el propio arte griego.Los usos cotidianos, los rituales y los mitos entretejen as¨ª un complejo tapiz en el que el espectador puede leer, en sus matices m¨¢s diversos, los rasgos adjudicados al papel de la mujer en el mundo griego, sus comportamientos sociales y su proyecci¨®n. en el contexto imaginario de la cultura cl¨¢sica. El ideal de belleza femenina, los ritos de pubertad o de seducci¨®n, el matrimonio, la significaci¨®n aleg¨®rica de las diosas y de otras personificaciones mitol¨®gicas, asociaciones simb¨®licas como la mujer recipiente o la mujer animal indomable, son apartados tem¨¢ticos de esta apasionante disecci¨®n de las im¨¢genes de la femineidad en la antigua Grecia.

Canto d'Amore toma en pr¨¦stamo el nombre de un c¨¦lebre lienzo del pintor Giorgio de Chirico, presentado en la propia muestra, para titular esta otra apasionante exposici¨®n sobre "modernidad y clasicismo en la m¨²sica y las artes pl¨¢sticas, entre 1914 y 1935" que permanecer¨¢ abierta hasta el 11 de agosto. Organizado por el Kunstmuseum de Basilea y la Fundaci¨®n Paul Sacher, el proyecto se inserta dentro de los actos conmemorativos del d¨¦cimo aniversario de esta ¨²ltima entidad y se beneficia de sus importantes fondos de documentaci¨®n musicogr¨¢fica.

El tema de la exposici¨®n parte del momento de reacci¨®n frente al Daroxismo experimental de las primeras vanguardias del siglo, que se manifestar¨¢ como anhelo de un nuevo equilibrio arm¨®nico, a menudo basado en una recreaci¨®n de los ideales clasicistas. La muestra explora el desarrollo de esa aspiraci¨®n, en paralelo entre los campos de la creaci¨®n pl¨¢stica y musical, confrontando no s¨®lo fen¨®menos coet¨¢neos que responden a un esp¨ªritu semejante, sino incluyendo tambi¨¦n los ejemplos de colaboraciones entre pintores y m¨²sicos, que tanto abundan a lo largo de ese periodo.

Interlocutores

Stravinski, Debussy, Falla, Busoni, Satie o Hindemith, son, entre otros, los interlocutores que, en este di¨¢logo polif¨®nico, conversan con las im¨¢genes y formas ideadas por algunos de los m¨¢s grandes pintores del siglo. A partir de la sala que, a modo de obertura, comparten Arnold B?cklin y el ya mencionado de Chirico, el recorrido de la muestra despliega una impresionante selecci¨®n de obras, de excepcional calidad en la mayor parte de los casos, que tiene a su protagonista m¨¢s destacado, por el n¨²mero de telas y dibujos, en Pablo Picasso. De primer orden son, igualmente, las salas dedicadas a Matisse, Mondrian, Klee o L¨¦ger, entre las que se intercalan ejemplos muy notables de la obra de Maillol, Brancusi, Braque, Dal¨ª, Sclilemnier o Bonnard, entre otros.

M¨¢s all¨¢ de las resonancias profundas que se establecen entre la concepci¨®n est¨¦tica de determinadas composiciones sonoras o visuales, el recorrido de la exposici¨®n desarrolla otro tipo de asociaciones m¨¢s obvias, como la presencia com¨²n de instrumentos musicales en los bodegones cubistas o de una flauta de pan en manos de una figura del Picasso clasicista, hasta alcanzar ese tipo de vinculaci¨®n m¨¢s literal que suponen un retrato de Stravisnki o los figurines y escenograf¨ªas de El sombrero de tres picos en la obra del pintor malague?o.