Washington y Pek¨ªn logran 'in extremis' un pacto sobre la propiedad intelectual que evita la guerra comercial

Los dos colosos esquivaron el choque. El riesgo de guerra comercial entre Estados Unidos y China qued¨® desactivado ayer gracias al acuerdo para -aplicar las medidas de protecci¨®n de los derechos de propiedad intelectual y combatir la pirater¨ªa de productos norteamericanos en el mercado chino, que seg¨²n EE UU cuestan a las empresas norteamericanas unos 2.300 millones de d¨®lares (300.000 millones de pesetas) en ventas perdidas. El presidente Clinton salud¨® con satisfacci¨®n el pacto conseguido en Pek¨ªn y dijo que, adem¨¢s de evitar las sanciones, "el acuerdo es bueno para los empleos y para las empresas de EE UU".Clinton aprovech¨® para sacar partido electoral de la situaci¨®n y se?al¨® que el acuerdo "demuestra que el compromiso y el trabajo conjunto con los chinos, en los buenos y en los malos momentos, es el camino acertado". Los republicanos han criticado a la Casa Blanca por su incapacidad para obligar al Gobierno chino a eliminar la pirater¨ªa intelectual, seg¨²n el acuerdo al que se lleg¨® en febrero de 1995. Ahora, adem¨¢s del renovado compromiso del gobierno de China de perseguir y cerrar los centros ilegales de reproducci¨®n de discos, pel¨ªculas y programas inform¨¢ticos, EE UU ha conseguido que se suavicen las r¨ªgidas normas que obstaculizan, la entrada de las empresas norteamericanas en el mercado chino.

Desde Pek¨ªn, Charlene Barshefsky, responsable de Comercio Internacional en funciones, anunci¨® que las autoridades chinas seguir¨¢n cerrando f¨¢bricas de v¨ªdeos, discos y material inf¨®rm¨¢tico, adem¨¢s de las quince instalaciones recientemente clausuradas: "Creemos que hay otras 15 factor¨ªas autorizadas en funcionamiento. Todas est¨¢n siendo investigadas y creo que habr¨¢ nuevos cierres", a?adi¨® Barshefsky, que reconoci¨® que ni EE UU ni China conocen con certeza el n¨²mero de f¨¢bricas ilegales en las que se lleva a cabo la duplicaci¨®n no autorizada de productos culturales y musicales.

Coproducci¨®n de pel¨ªculas

La ministra norteamericana se?al¨® tambi¨¦n que el acuerdo con Pek¨ªn incluye normas m¨¢s abiertas para que las empresas norteamericanas puedan trabajar en China: "En cuanto al acceso de mercado, las industrias musicales y del espect¨¢culo de EE UU pueden coproducir con empresas chinas. Tambi¨¦n podr¨¢n hacerlo las empresas de programaci¨®n inform¨¢tica", a?adi¨®.

El mayor inter¨¦s del Gobierno norteamericano es el de garantizar que se cumple el acuerdo y que no se convierte en papel mojado, como ocurri¨® con el que se firm¨® hace 16 meses. El pacto conseguido por la delegaci¨®n norteamericana incluye un sistema de verificaci¨®n del cierre de f¨¢bricas ilegales y la puesta en marcha de un nuevo sistema de concesi¨®n de licencias para que s¨®lo puedan funcionar las empresas chinas registradas que respeten los derechos de propiedad intelectual de grabaciones musicales y discos compactos, CDROM, v¨ªdeos, etc...

El acuerdo lleg¨® despu¨¦s de que se hubiera sobrepasado por unas horas el l¨ªmite fijado por EE UU para desencadenar el proceso de sanciones comerciales contra productos chinos por valor de 2.000 millones de d¨®lares (260.000 millones de pesetas). La posibilidad de que EE UU aumentara al 100% los aranceles sobre las importaciones procedentes de China hab¨ªa sido respondida por el Gobierno de Pek¨ªn con la amenaza de adoptar medidas similares.

La guerra comercial hubiera sido una mala salida para los dos pa¨ªses. Las exportaciones de EE UU hacia China, seg¨²n la Asociaci¨®n Norteamericana de Industrias, han crecido un 22% cada a?o desde 1990, y el futuro no puede ser m¨¢s apetitoso: las ventas de EE UU en 1995, por valor de 11.700 millones de d¨®lares, suponen s¨®lamente el 9% del conjunto de las importaciones de China, la econom¨ªa que m¨¢s crece del mundo y un mercado que las empresas norteamericanas imaginan como insaciable.

[El anuncio del acuerdo fue positivamente acogido por la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). Un alto cargo de este organismo asegur¨® que el pacto facilitar¨¢ la negociaci¨®n para que China se integre en la OMC, informa France Press. El Gobierno de Pek¨ªn ha solicitado la entrada en la misma desde hace nueve a?os. El pasado 15 de mayo, Renato Ruggiero, director general de la citada organizaci¨®n, condicion¨® el acceso de China a la OMC al progreso en las negociaciones entre este pa¨ªs y Estados Unidos.