Puntualizaciones

En la edici¨®n del pasado 9 de junio apareci¨® en esta secci¨®n, bajo el r¨®tulo El 'caso Sor¨ªa', una misiva de do?a Mar¨ªa Santi Rodr¨ªguez que incurre en algunos errores respecto a mi padre que, por amor a la verdad, debo se?alar.A prop¨®sito de la tr¨¢gica muerte en Chile de Carmelo Soria, se afirmaba en la citada carta que ¨¦l y su hermano Arturo "ten¨ªan relaciones con el Partido Comunista, pero en la vertiente de 'intelectuales de clase media acomodada". En lo que toca a mi padre, Arturo Soria y Espinosa, nunca, ni de joven ni de anciano, ocult¨® su radical discrepancia ideol¨®gica con el Partido Comunista. No en vano se defini¨® como "discrepante antimultitudinario" y, en tanto que tal, siempre ejerci¨® por libre de vigoroso contradictor de los ismos pol¨ªticos de su ¨¦poca, en particular de los que consideraba totalitarios y multitudinarios. De ello pueden dar fe cuantos le hayan conocido, pues nunca dej¨® de decir contundentemente lo que pensaba. Y, a decir verdad, esa actitud le cre¨® suficientes problemas como para que resulte dudosa hasta su inclusi¨®n en la clase media "acomodada".

Tampoco es exacto que los hermanos se exiliaran "cuando el r¨¦gimen franquista les expropi¨® de la herencia de su abuelo", el creador de la Ciudad Lineal. El vidrioso problema de la herencia, no del abuelo sino del padre de ambos, se plante¨® despu¨¦s, y no antes, del exilio en 1939 de Arturo Soria y Espinosa.-