El fascinante ciclo vital de las cigarras peri¨®dicas

Connecticut Charles Remington, un entom¨®logo estadounidense de 74 a?os, lleva desde 1979 esperando una fiesta particular esta primavera, la emergencia de unas cigarras despu¨¦s de 17 a?os. Han pasado 17 a?os desde que esta cepa o remesa de cigarra peri¨®dica apareci¨® por ¨²ltima vez, 17 a?os desde que sus padres zumbaron ininterrumpidamente en un coro ensordecedor, un canto amoroso sincronizado. "Este insecto es el m¨¢s notable del mundo", afirma Remington.

Las cigarras se pasan la mayor parte de su vida como un tipo de par¨¢sito subterr¨¢neo, chupando fluidos de las ra¨ªces de los ¨¢rboles. En primavera, durante tres semanas, la antigua generaci¨®n sale de peque?os t¨²neles en la tierra y se acopla. Luego las hembras ponen los huevos en las hojas de los ¨¢rboles. Y la nueva generaci¨®n cae de sus nidos en los ¨¢rboles, bota como si fueran pelotas y se entierra, durante nada menos que 17 a?os. A pesar de ser conocidas desde la antig¨¹edad Remington se?ala que todav¨ªa se sabe muy poco de estos insectos. Entre otras cosas: ?Por qu¨¦ emergen cada 17 a?os? Por qu¨¦ viven m¨¢s que cualquier otro insecto? ?Cu¨¢ntos huevos puede poner una cigarra hembra? ?Cu¨¢ntas cigarras habitan una colonia?

Remington mantiene que su ciclo vital est¨¢ regulado por lo que son esencialmente dos relojes corporales. Uno, que cree que est¨¢ en los ganglios debajo del es¨®fago, marca los a?os. Cuando llega a 17, el segundo reloj entra en acci¨®n. Le dice a las cigarras que saquen sus picos de las ra¨ªces de los ¨¢rboles y empiecen a reptar hacia arriba.

Remington especula que el segundo reloj en un mecanismo fotosensible que puede detectar la luz, pero no puede explicar c¨®mo se activa mientras las cigarras est¨¢n todav¨ªa bajo tierra. Tampoco puede explicar c¨®mo se puede cronometrar de forma suficientemente precisa para hacer que miles de cigarras salgan de sus t¨²neles por millones de forma casi simult¨¢nea.

Cambios estacionales

Chris Simon, un bi¨®logo evolucionista de la universidad de Connecticut, sugiere que los cambios estacionales en las hormonas o los amino¨¢cidos vegetales en la dieta de ra¨ªces de las cigarras pueden afectar la cuenta atr¨¢s. En un art¨ªculo en la Revista Anual de Entomolog¨ªa, escribi¨® que algunos entom¨®logos creen que el gatillo es la temperatura del suelo; cuando se calienta y los cuerpos de las cigarras alcanzan cierta temperatura est¨¢n programadas para emerger. Pero Remington descarta esta teor¨ªa: "Si la temperatura del suelo fuera el factor cr¨ªtico que les hace salir, eso ser¨ªa terrible para las cigarras. Incluso en un peque?o valle existen lugares frescos y lugares c¨¢lidos. Eso les har¨ªa emerger de forma fraccionada en vez de en grandes oleadas y los predadores las eliminar¨ªan".

Simon ha encontrado que las ninfas, como se denominan las cigarras cuando se encuentran bajo tierra, no crecen todas al mismo ritmo. Sin embargo est¨¢n prestas a emerger casi en el mismo momento cuando se cumplen los 17 a?os. Algunas han estado esperando en los t¨²neles de salida durante un a?o.

Carolyn Klass, entom¨®loga de la universidad de Cornell, se?ala que aparentemente bajan y suben por los t¨²neles. En d¨ªas c¨¢lidos del mes pasado, hubo jardineros que las encontraron casi en la superficie. Pero en d¨ªas m¨¢s frescos retrocedieron a casi 10 cent¨ªmetros de profundidad y esperaron otra semana antes de emerger.

Lo que no est¨¢ en discusi¨®n es que las cigarras tienen un periodo juvenil y uno de los ciclos de vida m¨¢s largos de cualquier insecto conocido. Algunas termitas viven entre 10 y 12 a?os, pero atraviesan r¨¢pidamente la adolescencia, y entran en una larga edad adulta. En el otro extremo del espectro, el ciclo de vida m¨¢s corto es el de la mosca del vinagre, que vive *s¨®lo 21 d¨ªas.

Las cigarras del este de Estados Unidos tienen un periodo de 17 a?os, las del sur y del sudeste lo tienen de 13 a?os. Remington se?ala que son esencialmente los mismos insectos.

Los bi¨®logos se dieron cuenta hace tiempo de que cada a?o emerg¨ªan cepas diferentes de cigarras y pusieron a punto un sistema para mantener un registro de las diferentes cepas.

Dos de los subtipos documentados se han extinguido. Ahora existe una docena de cepas y las de este a?o son de la segunda.