Italia guarda en la rec¨¢mara un compromiso para rendir a Major en la batalla de las 'vacas locas'

Aunque la crisis de las vacas locas amenazar¨¢ hoy a la cumbre de Florencia, crece entre los Quince el optimismo sobre su resoluci¨®n. El premier brit¨¢nico, John Major, est¨¢ contra las cuerdas. Debe rendirse. Pero la presidencia italiana guarda en la rec¨¢mara una f¨®rmula de compromiso para salvarle la cara y evitar el coletazo de la ballena herida: una expectativa de que el Reino Unido pueda exportar carne a terceros pa¨ªses "caso por caso" manifest¨® ayer a este diario el ministro de Exteriores italiano, Lamberto Dini. La f¨®rmula disgusta a la Comisi¨®n y a varios Gobiernos. Si Londres se rinde, los l¨ªderes de la UE podr¨¢n abordar el gran reto previsto del encuentro: el Pacto para el Empleo.

El ¨²nico "gran problema pendiente para resolver el conflicto de las vacas locas y obtener que el Reino Unido desista de su boicoteo a las decisiones de la UE -una vez aprobado el "marco general" para el futuro levantamiento escalonado del embargo y el plan de erradicaci¨®n de la enfermedad- son las exportaciones de carne de vacuno a terceros pa¨ªses.El Gobierno de Major pretend¨ªa reanudarlas inmediatamente. Pero la Comisi¨®n estableci¨® en su 11 marco general" que s¨®lo podr¨¢ hacerlo "simult¨¢neamente" al momento en que se le permita reanudar sus ventas a los mercados europeos. Segu¨ªa as¨ª la doctrina del ministro franc¨¦s Michel Barnier, para quien "ser¨ªa inaceptable" permitir la venta a pa¨ªses pobres y prohibirla en la UE: "Es una cuesti¨®n moral y pol¨ªtica", dijo en el c¨®nclave de Roma. Moral, por el doble rasero. Pol¨ªtica, pues suscitar¨ªa la inquina del Tercer Mundo a este neocolonialismo alimentario. Muchos otros Gobiernos comparten esta l¨ªnea de dureza.

Pero el presidente de turno, Lamberto Dini, manifest¨® ayer en una entrevista con cuatro peri¨®dicos europeos que contemplaba "con simpat¨ªa" el enfoque de Major, porque los brit¨¢nicos s¨®lo pretenden vender lo que ellos mismos comen. Insinu¨® que en caso necesario tratar¨¢ de tender puentes con una f¨®rmula de compromiso condicionada a "que s¨®lo se exporte carne en las mismas condiciones en que se vende en el mercado brit¨¢nico; que se venda s¨®lo a los pa¨ªses que lo piden oficialmente y que no exportan a la UE, con lo que el riesgo de reexportaci¨®n ser¨ªa nulo; que se ofrezcan plenas garant¨ªas sanitarias", indic¨®. "Quiz¨¢ se podr¨ªa adoptar un enfoque caso por caso", a?adi¨®.

Esta f¨®rmula s¨®lo tiene una ventaja, ayudar a un Major deseoso de pactar y contra las cuerdas -ayer no pudo responder en los Comunes c¨®mo quedar¨¢ su reivindicaci¨®n de exportar a terceros pa¨ªses- y que podr¨ªa revirarse si se queda colgado de la brocha. Es decir, aplicar c¨¢rnica a su rendici¨®n. Pero exhibe una quiebra: la segura oposici¨®n de varios Gobiernos (el franc¨¦s y los escandinavos) y de la Comisi¨®n.

Abandonar el boicoteo

Pese a su flexibilidad, Dini insisti¨® en advertir a Major que debe "ser muy cauteloso y buscar una soluci¨®n en Florencia" porque "de lo contrario se enfrentar¨¢ a catorce Gobiernos un¨¢nimes". Todos ellos "le exigen que abandone el boicoteo".El asunto de las vacas locas ni est¨¢ en el orden del d¨ªa ni la presidencia lo piensa incorporar, pero a buen seguro Major lo suscitar¨¢. Si acaba bien, la cumbre podr¨¢ concentrarse en los otros asuntos, no muy numerosos, y sobre todo en el que deb¨ªa ser el reto estrella del encuentro: el Pacto de Confianza sobre el Empleo dise?ado por el presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santer.

"La cumbre de Florencia debe ser al empleo lo que el Consejo Europeo de Madrid fue a la moneda ¨²nica", sostiene Santer, recordando el bautizo del curo, la divisa europea, conseguido bajo presidencia espa?ola.

Los dos propuestas m¨¢s concretas de este pacto est¨¢n cuantificadas. Una consiste en reasignar 2.000 millones de ecus (320.000 millones de pesetas) presumiblemente sobrantes del presupuesto agr¨ªcola comunitario hasta 1997 para contribuir a financiar las grandes redes de transporte decididas hace dos a?os en Corf¨² (entre ellas el AVE espa?ol y la autopista Lisboa-Valladolid). Topa contra la resistencia de los ministros de Econom¨ªa, deseosos de recuperar ese dinero para sanear sus d¨¦ficit y contra la probabilidad de que las vacas locas se coman buena parte del sobrante.

La otra, m¨¢s reciente, estriba en reorientar hacia acciones creadoras de empleo hasta 13.500 millones de ecus (2,1 billones de pesetas) de los fondos estructurales (Social, Regional y FEOGA). "Son propuestas controvertidas, pero daremos un peque?o paso adelante, porque es preciso ofrecer una se?al pol¨ªtica" de atenci¨®n al fomento del empleo, manifest¨® Dini. Seguramente, una reasignaci¨®n simb¨®lica de 1.000 millones de ecus (160.000 millones de pesetas). Una limosna.