La Espa?a punki
A apenas diez d¨ªas de la visita de los Sex Pistols, Espa?a se engalana de punki, como si ¨¦ste fuera ya el ¨²ltimo estilo musical con vida. Tremenda iron¨ªa. La veterana Banda Trapera del R¨ªo visit¨® la capital, presentando su ¨²ltimo disco Mentemblanco.
Morfi Grey -que iba vestido como el chico del anuncio de Martini-, t¨ªo Modes, Jordi Subidas y Raf Pulido demostraron c¨®mo se puede seguir al pie del ca?¨®n con edad cercana a los cuarenta y tantos y sin perder la dignidad. Energ¨ªa, chuler¨ªa, velocidad y una guitarra urbana y afilada envuelven las historias callejeras, terribles y pol¨ªticamente muy poco correctas que interpretan.
A los de Cornell¨¢ les queda a¨²n mucha guerra sonora para dar. Por cierto, llevaban de teloneros a una de las bandas m¨¢s divertidas de la capital: Los Piolines. Portando aparatosas m¨¢scaras a lo Kiss, el cuarteto dispar¨® 30 canciones en r¨¢faga, de las que se pueden destacar Dr¨¢cula, No quiero pensar, Mambo y El jevi no es biolencia.
Por una vez no se rompi¨® ninguna guitarra y terminaban los temas todos juntos. Parecieron, incluso, un pel¨ªn demasiado profesionales y tampoco hay que pasarse. La otra aparici¨®n rese?able de la semana fue la de Manolo Kabezabolo, precedido por la actuaci¨®n de dos correosas bandas practicantes del g¨¦nero, en un macrofestival punk que parec¨ªa no terminarse nunca: los madrile?os Efectos secundarios y los zaragozanos Animales muertos.
Kabezabolo, ma?o singular, representa uno de los fen¨®menos del a?o en curso, a base de encarnar todos los arquetipos de vida punk como son el consumo masivo de alcohol y drogas -en especial de speed, oposici¨®n frontal a disciplina y autoridad de cualquier tipo, desesperaci¨®n y falta de fe en el Sistema e identificaci¨®n plena con el anarquismo. Todo ello tomando prestadas las m¨²sicas a Dylan, Sting, El Fary, Judas Priest, Sex Pistols, o la mism¨ªsima tuna.
Manolo se enfrenta al p¨²blico con la sola compa?¨ªa de una guitarra el¨¦ctrica, que ¨¦l mismo aporrea, y unas canciones que todo punki ib¨¦rico que se precie debe conocer ya al dedillo: El papel morao, Si Sid Vicious hubiese conocido el kalimotxo, El aborto de la gallina, Mata a tu viejo o Vota Idiota.
Con ese aspecto de Jesucristo en plan radical vasco, Manolo parece cumplir a la perfecci¨®n el papel de poeta entre los m¨¢s broncas. Una especie de Bob Dylan para los con cresta, ant¨ªtesis completa del de los limones y los otros cantautores al uso. Un personaje a tener en cuenta por la huella que va dejando.
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