El doloroso d¨ªa despu¨¦s

El d¨ªa despu¨¦s result¨® m¨¢s duro incluso que el anterior. La noche martiriz¨® a los futbolistas espa?oles con el recuerdo de la tarde del partido. Llevar¨¢ tiempo olvidar lo acontencido en Wembley. El saldo de la contienda invita al grupo de Clemente a reflexionar.Falta algo. ?Qu¨¦ es lo que le falta a la actual selecci¨®n para disputar el podio de los torneos punteros? Tanto el Mundial-94 como la Eurocopa-96 tienen un patr¨®n parecido: una fase previa que invita a la cr¨ªtica por el mal juego y la eliminaci¨®n en los cuartos de final tras disputar el mejor partido del torneo. Hay quien recurre a la mala suerte. Es el caso de Caminero: "Hicimos todo lo que deb¨ªamos para ganar". Otros recurren a los factores externos encabezados por los ¨¢rbitros. "Ni en Estados Unidos ni en Inglaterra nos han dado nada en el partido m¨¢s decisivo. Es lo l¨®gico. Vale. Pero que tampoco nos quiten lo que nos quitaron". Clemente es m¨¢s escueto: "Nos falt¨® el gol de Maceda del 1984. Y Kiko expone: "Nos falta ese algo. ?Qu¨¦?. Frente a Inglaterra nos falt¨® tranquilidad en los ¨²ltimos metros y, en el 1994 ante los italianos, perdimos porque tuvimos menos oficio que ellos".

Fe en Clemente. El equipo defiende al entrenador. Hay jugadores que han expresado incluso que la eliminaci¨®n ante Inglaterra les result¨® especialmente dolorosa por Clemente. Es el caso de Nadal. La confesi¨®n del t¨¦cnico asegurando que, durante la disputa de la Eurocopa, pens¨® en arrojarla toalla ha provocado la respuesta de sus futbolistas. Una de las m¨¢s novedosas es la de Kiko: "Yo no tengo tanta confianza como otros con el entrenador y por eso desconozco si se ha sentido tan mal como para dejarlo. Pero creo que ser¨ªa beneficioso para el f¨²tbol que siguiera en el cargo".

El grupo antes que el equipo. Clemente prefiere contar con 22 que apostar por 11 y, hasta la fecha, ning¨²n jugador se quej¨® p¨²blicamente por no jugar. "Nosotros somos un bloque y no s¨®lo 11 como los ingleses", opina Julio Salinas. "Salga el que salga, juegue quien juege, no pasa nada. Es el mejor bloque del mundo. El grupo es perfecto y su uni¨®n es tan impresionante que nadie podr¨¢ deshacerla". Abelardo coincide: "Clemente busca el bloque y no un jugador que destaque por encima de los dem¨¢s. Puede jugar cualquiera de los 22 y el equipo no lo nota, por eso est¨¢ antes el grupo que el equipo". Y Kiko agrega: "Lo fundamental es entrar en ese colectivo. Yo llevaba dos a?os fuera de ¨¦l y ahora s¨¦ que si quiero permanecer deber¨¦ esforzarme porque si no les j¨®venes aprietan mucho y no quiero quedarme fuera otra vez".

El juego o el marcador. El debate se eterniza en torno a este asunto. Los jugadores prefieren jugar mal y ganar que perder tras un partido memorable. "Cuando te quedas hecho polvo por una derrota como la de Wembley", asegura Abelardo, "llegas a la conclusi¨®n de que es mejor jugar horrible y pasar que tener una gran actuaci¨®n y perder. Jugar bien no te garantiza la victoria. Mira el caso de Holanda: la pintaban muy bonita y fue goleada por Inglaterra y cay¨® ante Francia. A nosotros, en cambio, no nos han podido doblegar". Salinas aporta una comparaci¨®n interesante: "La gente se pregunta ?por qu¨¦ no siempre se juega como lo hicimos ante Inglaterra? Yo respondo: no se puede. El partido de Wembley me record¨® al de Eire, aquel tan famoso que ganamos por 1-3 y del que naci¨® el famoso esp¨ªritu de Dubl¨ªn. La experiencia demuestra que sabemos jugarles a equipos que juegan a la inglesa". Y acaba: "La ley del f¨²tbol dice que lo importante es ganar".

El futuro. Pese a firmar la renovaci¨®n hasta el Mundial de 1998, Clemente ha permitido que se especule con su futuro. El mismo ha dicho que la tensi¨®n de la Eurocopa ha sido lo suficientemente elevada como para replantearse el ma?ana y, al mismo tiempo, ha declarado que se sent¨ªa m¨¢s fuerte que nunca. Andoni Goikoetxea, segundo entrenador, ha decidido irse por su cuenta. El resultado de los Juegos de Atlanta puede contribuir a dibujar el futuro. Tanto Clemente como los futbolistas entienden que a la selecci¨®n le falta cari?o y le sobran palos. "El recuerdo que me llevo de Wembley no es de la cancha si no de la grada", apunt¨® Abelardo. "Ese ambiente es excepcional. Es muy dif¨ªcil que se de en Espa?a por diversas circunstancias".