Croacia paga la novatada
Dos errores croatas permiten la victoria de Alemania, un equipo sin f¨²tbol
Otra vez la misma historia: sin gramo de f¨²tbol, Alemania ya est¨¢ a las puertas de la final. Es el viejo cuento del f¨²tbol germano, tan rudimentario como exitoso. En uno m¨¢s de sus habituales repertorios plomizos y cicateros Alemania sac¨® del torneo a Croacia, que pag¨® un alto precio por sus errores. Mostr¨® los mejores jugadores de la tarde, hizo el ¨²nico f¨²tbol y puso mucha m¨¢s ambici¨®n, pero se le cruzaron los cables en dos jugadas decisivas: una absurda mano de Jerkan dentro del ¨¢rea y una entrada brutal de Stimac, con una tarjeta encima y en el centro de la cancha, s¨®lo cuatro minutos despu¨¦s del empate de Suker. Croacia se autoinmol¨® con el penalti y la expulsi¨®n. Dos invitaciones al gol que aprovech¨® Alemania casi sin querer, porque el grupo de Berti Vogts jam¨¢s tuvo otra intenci¨®n que no fuera refugiarse y sembrar la cancha de baches.Lo ¨²nico que expuso Alemania fue su f¨²tbol de saca muelas. Asistir a sus partidos es como acostarse en la silla de un dentista. Nada de lo que hace sobre el c¨¦sped tiene dulzura. Todo es ¨¢spero, rudo. Da la impresi¨®n de que sus jugadores en vez de linimento reciben antes de cada batalla un masaje con papel de lija. Entr¨® en el partido con cinco defensas y un medio de esos que llaman tap¨®n (Eilts), que no es m¨¢s que otro defensa disfrazado. Ojo, vi¨¦ndole jugar no hay que descartar que se trate de un montador de la Mercedes disfrazado de futbolista. A sus costados, Moeller y Scholl, los ¨²nicos violines del equipo, y arriba Klinsmann y el torpe Bobie, que no hace muchos a?os jugaba de portero: el f¨²tbol total.
Con ese traje, Alemania no pudo disimular sus intenciones. Se abrig¨® lo que pudo -cierto es que coraje y m¨²sculo no le falta- y dej¨® que el encuentro se deslizara a su antojo. Los croatas se abalanzaron sobre ella sin demora. Tienen tantos buenos jugadores de medio campo hacia arriba que su t¨¦cnico ha decido aglutinarles a todos, aun a costa de desnudar su defensa. De ah¨ª que Stanic, el m¨¢ximo goleador de la Liga belga sea lateral derecho. O que Jurcevic, el ¨²ltimo delantero del Salzburgo, sea interior derecha. Entre todos, aupados por la direcci¨®n de Boban y Asanovic -un extraordinario futbolista que fue despedido del Valladolid esta temporada- arrinconaron a Alemania. Cuando Suker ya llevaba tres remates a puerta y los alemanes a¨²n no hab¨ªan echado un vistazo al ¨¢rea croata, Jerkan meti¨® la mano en una llegada de Sammer. Un azote inmerecido para Croacia, del que Vogts sac¨® provecho: lesionado Klinsmann, tir¨® de Freund, otro defensa disfrazado para convertir la media cancha en un pol¨ªgono industrial. En media hora, Alemania ya ten¨ªa siete guardianes. Y, claro, tard¨® 42 minutos m¨¢s en aproximarse a Ladic.
Croacia sigui¨® con su empuje. Con Jarni explosivo por su banda y Suker buscando las cosquillas a los gigantones defensas germanos, embisti¨® una y otra vez la porter¨ªa de Koepke. La precipitaci¨®n y su incapacidad para asociar sus talentos por su gen¨¦tica tendencia al individualismo, prolong¨® la agon¨ªa de Croacia hasta la aparici¨®n de Suker para el empate. Un gol lleno de encanto. Jurcevic se la rob¨® a Freund y se la dej¨® al madridista para que se midiera con Koepke. Cab¨ªa superarle por arriba, o con un tiro delicado junto a un poste. Incluso, con un regate largo que le dejara con las posaderas sobre la hierba. Pero Suker es diferente. Reba?¨® la pelota con la suela de su bota izquierda y con los tacos encima hizo el amago necesario para la burla. Y todo con a sonrisa p¨ªcara que el delantero crota lleva siempre sellada en sus labios.
Alemania no pareci¨® sentirse herida. Su f¨²tbol era incapaz de sostener dos toques seguidos. Todo era una carrera tras otra, y casi siempre de forma atropellada. Y, as¨ª, en dos atropellos el partido dio otro viraje inesperado. Primero Stimac se llev¨® por delante a Freund y se tuvo que ir a relajarse a la ducha. El segundo regalo croata. Y al instante lleg¨® Babbel por el carril del ocho, se estrell¨® contra Asanovic ante la ceguera arbitral y Sammer fusil¨® a Ladic.
Punto y final al ejercicio de Alemania. Dio marcha atr¨¢s, se puso la manta y se tumb¨® en su ¨¢rea. En medio del desgarro, Croacia se lanz¨® a una nueva cruzada y Suker, por dos veces, estuvo a punto de marcar en dos remates de cabeza. Pero el partido ya estaba cerrado. Croacia hab¨ªa cometido dos tropiezos fat¨ªdicos, dos resbalones que empujaron a los alemanes hacia la semifinal. La historia de siempre: de nuevo Alemania acaricia el podio de espaldas al f¨²tbol. ?Y van?
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