"Una hora menos en Euskadi"

Las Haciendas de las tres diputaciones vascas han vuelto a tomar la delantera a la Administraci¨®n central. Esta vez las capacidades en materia tributaria reconocidas en el concierto econ¨®mico vasco se han centrado en una reforma en profundidad del impuesto de sociedades, algo que est¨¢ pendiente a¨²n en el resto de Espa?a. Entre las novedades m¨¢s significativas destacan la rebaja del tipo general de gravamen del 35% al 32,5%, un tipo especial del 30% para peque?as y medianas empresas con beneficios inferiores a los 10 millones de pesetas e incentivos para las sociedades que apliquen medidas de reparto de trabajo y apuesten por la contrataci¨®n fija. Esta semana se aprobar¨¢ la norma en las Juntas Generales (Parlamento provincial) de Vizcaya y Guip¨²zcoa, y el pr¨®ximo 5 de julio, en ?lava.No es la primera vez que las tres Haciendas vascas atrasan la hora del reloj tributario. De hecho, en la ¨¦poca en la que Juan Luis Laskur¨¢in, al frente ahora del Tribunal Vasco de Cuentas, era diputado de Hacienda en Vizcaya siempre se encargaba de recordar a los t¨¦cnicos y responsables de la Administraci¨®n central que ten¨ªan que variar de registro: "Al sistema tributario vasco le tienen que aplicar ustedes aquello de que son la diez de la ma?ana, una hora menos en Euskadi".

La respuesta de la Hacienda central siempre era la misma: activar el bufete de los abogados del Estado y presentar cargas de profundidad en los tribunales ordinarios. As¨ª llegaron los recursos contra los incentivos fiscales a la inversi¨®n en ?lava y Guip¨²zcoa, aprobados en 1998, y contra la actualizaci¨®n de balances para el periodo 1983-1990.

El ¨²ltimo conflicto lleg¨® en 1993, justo cuando las tres haciendas aprobaban las vacaciones fiscales, una exenci¨®n total del pago del impuesto de sociedades durante 10 a?os para las empresas de nueva creaci¨®n que cumplieran unos requisitos m¨ªnimos de creaci¨®n de puestos de trabajo (10 empleos) y de inversi¨®n (80 millones de pesetas).

Esta medida, tan criticada desde el Gobierno con los argumentos de que romp¨ªa la unidad de mercado, disminu¨ªa la presi¨®n fiscal y provocaba deslocalizaciones de empresas, ha tenido una incidencia desigual. El volumen de inversi¨®n de las 76 empresas acogidas a las vacaciones fiscales desde el ejercicio de 1993 se aproxima a los 122.000 millones de pesetas, con una creaci¨®n de 5.500 empleos.

Sin embargo, las abultadas cifras hay, que ponerlas en su sitio, porque ah¨ª est¨¢n contabilizados los 50.000 millones de pesetas de la Acer¨ªa Compacta de Bizkaia (ACB) y los 17.600 millones de la firma alavesa Gamesa, empresas que no han nacido al calor de esta medida, aunque se han beneficiado de ella.

"Para nosotros, el concierto econ¨®mico es una herramienta indispensable, y a trav¨¦s de nuestra especificidad tributaria lo que pretendemos es favorecer la econom¨ªa productiva y revitalizar el tejido industrial. Si alguna comunidad se siente agraviada y considera que nuestra reforma es buena deber¨ªa exig¨ªrsela al Ejecutivo central". Son palabras del peneuvista y responsable de la Hacienda vizca¨ªna, Fernando Olmos.

Junto a esto, los nacionalistas suelen presentar el aval de una sentencia del Tribunal Constitucional de julio de 1986 en la que se se?ala que la unidad de mercado no supone uniformidad, ya que la misma configuraci¨®n del Estado espa?ol y la existencia de entidades con autonom¨ªa pol¨ªtica, como son las comunidades aut¨®nomas, supone necesariamente una diversidad de reg¨ªmenes jur¨ªdicos".

Los t¨¦cnicos tributarios consultados admiten que las competencias que tienen las diputaciones vascas en materia tributaria no las tiene nadie. "Ni los landers alemanes, ni los cantones suizos", aseguran consultores externos que han participado, de alguna manera, en la elaboraci¨®n de la norma.

?stos defienden un toque de "beligerancia y medidas imaginativas como las del reparto de trabajo porque el tejido industrial lo ped¨ªa a gritos". Por eso el reloj se ha vuelto a atrasar en el Pa¨ªs Vasco. El Parlamento de Vizcaya ser¨¢ el primero en aprobar el nuevo impuesto de sociedades el pr¨®ximo d¨ªa 26.

Los tres ejes m¨¢s novedosos se refieren al nuevo tipo general de gravamen del 32,5%, la incentivaci¨®n al reparto del empleo y las medidas para las pymes. El informe sobre armonizaci¨®n fiscal elaborado en 1992 para la Comisi¨®n Europea por el ex ministro de Hacienda holand¨¦s Onno Rudding, recomendaba un tipo en torno al 30%-40% y hay pa¨ªses, como Finlandia o Suiza, que lo han fijado en el 25%.

Aunque los responsables de Vizcaya hab¨ªan defendido durante la gestaci¨®n de la norma un tipo del 30%, la Hacienda guipuzcoana ha presionado en favor de una soluci¨®n salom¨®nica del 32,5%. A cambio se han incluido medidas como minivacaciones fiscales para las nuevas empresas, la deducci¨®n por inversi¨®n en activos fijos nuevos y toda una serie de ayudas para las pymes.

El tipo general para las peque?as y medianas empresas ha quedado fijado en el 30% para las firmas con beneficios por debajo de 10 millones. Otro de los aspectos novedosos de la norma es el r¨¦gimen especial para las nuevas empresas que salgan por primera vez al mercado a trav¨¦s de la Bolsa de Bilbao. Dichas sociedades tendr¨¢n un tipo impositivo del 25% en los tres primeros a?os.

Los socialistas, que se mostraron muy cr¨ªticos tras la presentaci¨®n del proyecto por el PNV y consideraron que la rebaja al 32,5% s¨®lo incentivaba la econom¨ªa financiera, variaron de postura al introducir toda una bater¨ªa de enmiendas en favor del reparto del empleo y de la contrataci¨®n estable.

De hecho, por primera vez una normativa en Europa de este tipo recoge un tratamiento espec¨ªfico para las empresas que den entrada a f¨®rmulas de reparto de trabajo. Las sociedades que reduzcan la jornada laboral en un 10% e incrementen un 10% el empleo, se beneficiar¨¢n de una deducci¨®n en la cuota del 35% por las inversiones que realicen para aplicar las reformas necesarias para el reparto del trabajo y las inversiones tendr¨¢n libertad de amortizaci¨®n. Adem¨¢s, por cada nuevo puesto de trabajo, obtendr¨¢n una deducci¨®n en la cuota de 750.000 pesetas.