Escalada de tensi¨®n

ESTADOS UNIDOS, cuyo secretario de Estado, Warren Christopher, viaja esta semana a Israel, debe actuar con rapidez para detener la escalada de la tensi¨®n en Oriente Pr¨®ximo desencadenada por la llegada al poder del derechista Benjam¨ªn Netanyahu, que ha provocado la celebraci¨®n en El Cairo de la primera cumbre ole la Liga ?rabe en m¨¢s de un lustro. Concluy¨® ayer con una declaraci¨®n en la que se advierte a Israel que, si renuncia a la clave del proceso de paz -intercambio de paz por territorios-, el mundo ¨¢rabe suspender¨¢ la normalizaci¨®n de sus relaciones con el Estado israel¨ª.Pese a sus m¨²ltiples y cr¨®nicas diferencias internas, los ¨¢rabes est¨¢n de acuerdo en no colaborar con la paz y la seguridad de Israel hasta que ¨¦ste no abandone los territorios de Cisjordania, Gaza y Jerusal¨¦n oriental. Reiteran que debe establecerse un Estado palestino -propuesta que no termin¨® de asumir con claridad el Consejo Europeo de Florencia-, y que Israel debe retirarse de las colinas sirias del Gol¨¢n y del sur de L¨ªbano. La adopci¨®n de esta declaraci¨®n -dura en la forma y razonable en el fondo, pues no se aparta de la filosof¨ªa general asumida hasta ahora por los ¨¢rabes, por los anteriores Gobiernos israel¨ªes de Rabin y Peres y por los mediadores internacionales- ha sido considerada como un hecho "grave" por David L¨¦vy, ministro israel¨ª de Exteriores. El bal¨®n est¨¢ en manos de la presidencia norteamericana, que debe intentar convertir en realidad ese a¨²n piadoso deseo de que Netanyahu se guarde su programa en un caj¨®n y se convierta a la moderaci¨®n y el pragmatismo. Dada la rapidez y la facilidad con que las pasiones se desbordan en Oriente Pr¨®ximo, Washington no dispone de mucho tiempo.