J¨®venes ciegos gu¨ªan 'La noche m¨¢s corta'

J¨®venes ciegos, imaginativos y sorprendentes espectadores de cine y televisi¨®n, gu¨ªan hoy (a las 23.33) la quinta edici¨®n de La noche m¨¢s corta. Esta producci¨®n de Canal + -con la cabecera del programa Piezas- en colaboraci¨®n con el Festival Cinema Jove de Valencia, sirve de escaparate para los mejores cortometrajes del a?o, nacionales e internacionales, que entre todos re¨²nen 150 premios. El especialista en videocreaci¨®n Antonio Cano ha sido el realizador de este experimento que descubre c¨®mo ven quienes no pueden ver.

El objetivo de esta pieza de La noche m¨¢s corta era, seg¨²n el realizador Antonio Cano, "un viaje interior; acercarnos al color de la oscuridad, a la imagen imaginada". Una docena de ni?os y j¨®venes ciegos lo han hecho posible, analizando siete muestras de la creaci¨®n audiovisual independiente, en su mayor¨ªa protagonizados por ni?os y adolescentes y con situaciones muy cercanas a ellos.Fueron sometidas al juicio de este grupo de espectadores: Trevor, de Peggy Rajsky, Oscar 1995 al mejor corto de ficci¨®n, sobre un chico a quien sus padres no hacen caso y decide confiar en su diario; Las peores vacaciones de mi vida, historia de un fatal descuido realizada por el murciano de 16 a?os Jos¨¦ Mar¨ªa Trigueros; 35 contra uno, de Damien O'Odonnell, comedia sobre un cr¨ªo acosado por los energ¨²menos de su colegio; La muerte de Filomeno, adaptaci¨®n de un cuento de Ram¨®n J. Sender sobre deudas y burlas hecha por Ina Luders; Casablanca en un minuto, de Norbert Meissner, audaz resumen a golpe de segundo de la famosa pel¨ªcula; Gbanga Tita, documento de Thierry Knauff sobre un cuentista africano, y El sedcleto de la tlompeta, una divertida propuesta surrealista de Javier Fesser, quien se convirti¨® durante la grabaci¨®n de La noche m¨¢s corta en narrador de su propia obra. "Han descubierto lo que ni siquiera s¨¦ yo", bromeaba Fesser ante las agudas respuestas infantiles a la cuesti¨®n del sedcleto.

"Me gusta ir al cine porque luego sue?o cosas emocionantes y d¨ªvertidas", afirma David Enrique Garc¨ªa, quien, como Jos¨¦ Borja, disfruta "imaginando que yo soy el protagonista de la pel¨ªcula y me pasan las mismas cosas". Amparo Borja y Gema S¨¢nchez, como Trevor, se confiesan a su diario y hablan de soledades y costosas constataciones de ser diferente, al igual que en 35 contra uno. Pero su optimismo es mayor. "Lo primero que te mira un chico son los ojos", dicen, y hablan sin pudor de c¨®mo se ven: "guapa".

La palabra ver no est¨¢ desterrada de su vocabulario, pues no lo est¨¢ de su mente. "Mi ni?o de cuatro a?os me ayuda a ver la tele y discutimos sobre el argumento, sobre lo que a m¨ª se me escapa", dice Alfonso Fidalgo. "Despu¨¦s de haber asimilado el drama de Trevor, no me arrepiento de ser ciego", comenta ir¨®nico este deportista, quien, como su amigo Manuel, vive en su cabeza durante los entrenamientos un ritmo vertiginoso similar al de Casablanca en un minuto.

"Cuando entra mi madre en mi habitaci¨®n tengo una sensaci¨®n agradable de claridad", dice Carlos Barroso, quien considera la historia Gbanga Tita "una forma inteligente, de aprender cosas de la vida".

"En mis sue?os no existen colores, pero me imagino el azul como algo real, de la tierra", dice Miriam Mart¨ªn. "Si no toco algo, no lo puedo imaginar", afirma vehemente. En la creaci¨®n de su noche particular, Miriam y sus compa?eros pudieron dibujar con las manos el rostro de los actores: ten¨ªan en su poder una valiosa pista del secreto de La noche m¨¢s corta.