Un a?o de inc¨®gnitas tras la pista de Cord¨®n
Crece la angustia y el desconcierto de la familia del secuestrado por los GRAPO
Un comando de los GRAPO resurgi¨® el 27 de junio de 1995 de la en¨¦sima desarticulaci¨®n de la banda y dio uno de sus golpes m¨¢s sonados: el empresario soriano Publio, Cord¨®n Munilla, de 60 a?os, fue secuestrado en Zaragoza, en donde resid¨ªa. Se iniciaba as¨ª un proceso de inc¨®gnitas encadenadas que provocaba una de las mayores movilizaciones de los servicios policiales espa?oles. A los 12 meses del secuestro, el caso sigue abierto; la familia, cada vez m¨¢s angustiada, y los investigadores, desconcertados.Cinco ministerios (Interior, Justicia, Econom¨ªa y Hacienda, Defensa y Exteriores), adem¨¢s de la Audiencia Nacional han participado, en uno de los mayores dispositivos puestos en marcha para localizar a un ciudadano. Polic¨ªas de una decena de pa¨ªses han intervenido o intervienen en la b¨²squeda de este singular empresario, hecho a s¨ª mismo, plurilicenciado, due?o de la aseguradora Previasa -situada en la c¨²spide del sector- y envidiado por sus competidores hasta que decidi¨® abarcar m¨¢s all¨¢ del terreno sanitario en el que reinaba.
"Este caso ser¨¢ largo, muy largo. Y probablemente, por desgracia, acabar¨¢ mal". La frase es de uno de los responsables de la investigaci¨®n y fue pronunciada en julio de 1995. Hab¨ªan pasado unos Pocos d¨ªas de la desaparici¨®n. Oficialmente no se reconoc¨ªa la autor¨ªa del secuestro, incluso se dudaba de que lo fuera. Pero el jefe de los GRAPO, por entonces en Par¨ªs, Manuel P¨¦rez Mart¨ªnez, camarada Arenas, hab¨ªa enviado ya la primera carta reconociendo el secuestro y el objetivo de extorsionar a la familia.
Se iniciaba as¨ª un periodo de angustia para Pilar Muro, sus tres hijas y la madre de la v¨ªctima. Con el paso de los meses, la familia ha aprendido a convivir con la incertidumbre y a sorprenderse a menudo con los datos que iban revelando las investigaciones policiales y judiciales. Desde su cautiverio, Cord¨®n negoci¨® el precio de su liberaci¨®n, seg¨²n ha ido trascendiendo de las cartas que obran en el sumar¨ªo, instruido por el juez Miguel Moreiras, algo m¨¢s de 2.000 falios que ni siquiera permiten al fiscal establecer de qu¨¦ delitos se acusa a los tres ¨²nicos grapos detenidos.
Dificultades empresariales
En este a?o, los negocios de Cord¨®n han pasado por dificultades. Los toques de atenci¨®n que la Direcci¨®n General de Seguros hab¨ªa dado a Previasa por su destacado puesto en el escalaf¨®n de riesgos se sumaron a los cambios en la direcci¨®n del grupo y los intentos de venta de la aseguradora, una operaci¨®n ya preparada antes del secuestro, pero que finalmente no cuaj¨®.Las entidades bancarias est¨¢n cada vez m¨¢s recelosas y, adem¨¢s, con una administraci¨®n enormemente personalista como la de Cord¨®n, la gesti¨®n en su ausencia se volvi¨® especialmente compleja.
El caso ha atravesado etapas de agitaci¨®n y sequ¨ªa informativas. El primer portavoz de la familia, el prestigioso penalista aragon¨¦s Jos¨¦ Antonio Ruiz-Galbe, abandon¨® a las pocas semanas el cargo, que hab¨ªa aceptado por razones humanitarias y de amistad con la familia. Buen cancerbero para distraer la atenci¨®n de los medios, no acept¨® el rumbo que se quer¨ªa imponer una vez desvelado el pago de los 400 millones reclamados por los terroristas e iniciada. la pol¨¦mica sobre si el empresario, hab¨ªa sido liberado, como anunciaron sus captores.
La familia se ha agarrado como, a un clavo ardiendo a la tesis de que Cord¨®n sigue en poder de Fernando Silva Sande, no capturado cuando, gracias a un polic¨ªa introducido como topo en los GRAPO, cayeron en Barcelona y Valencia Enrique Cuadra, Concepci¨®n Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Ort¨ªn, los otros tres grapos acusados del secuestro.
La operaci¨®n fue montada para interceptar a la direcci¨®n terrorista, liberar al empresario y detener a sus captores, pero en agosto fracas¨® el control en Par¨ªs y hubo que esperar a noviembre. Para entonces, seg¨²n la banda, Cord¨®n hab¨ªa sido puesto en libertad en Barcelona.
Desde entonces se ha investigado en Angola para ver si hab¨ªa sido su puerta de escape hacia alg¨²n pa¨ªs de Am¨¦rica, en donde tambi¨¦n se ha seguido infructuosamente su supuesto rastro.
Una de las personas que podr¨ªa haber aclarado alg¨²n punto oscuro del secuestro, el director de la cl¨ªnica Quir¨®n en Barcelona, Carlos Cardiel, falleci¨® de un ataque al coraz¨®n el pasado d¨ªa 24. La polic¨ªa lleg¨® a entrar el pasado verano en estas instalaciones sospechando que en ellas estaba oculto voluntariamente Cord¨®n. La familia del empresario despidi¨® a Cardiel, uno de los colaboradores m¨¢s cercanos de Cord¨®n.
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