Rojo defiende que el Banco Central Europeo intervenga sobre las divisas que queden excluidas de la moneda ¨²nica

El Banco Central Europeo, no s¨®lo deber¨¢ ocuparse del grupo de pa¨ªses que accedan a la uni¨®n monetaria a partir del 1 de enero de 1999. En opini¨®n del gobernador del Banco de Espa?a, Luis ?ngel Rojo, ser¨¢ imprescindible que adem¨¢s intervenga con inyecciones de dinero para defender a las divisas de los pa¨ªses excluidos contra los ataques especulativos. Seg¨²n Rojo, tanto el euro como, las monedas que para entonces ser¨¢n sus sat¨¦lites precisar¨¢n un acuerdo cambiario no muy diferente del actual Sistema Monetario Europeo (SME), con paridades centrales y una banda ancha de fluctuaci¨®n.Los socios excluidos de la uni¨®n m¨®netaria ser¨¢n un blanco favorito para los movimientos especulativos de los mercados, y tendr¨¢n por tanto. mucho que ganar de un acuerdo cambiario que proteja sus divisas, A cambio, los pa¨ªses del euro podr¨¢n recibir garant¨ªas de que los socios excluidos no se beneficien de "devaluaciones competitivas" de sus monedas.

Rojo, que clausur¨® ayer el encuentro Convergencia europea y moneda ¨²nica, organizado en Santander por la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo y la Asociaci¨®n de Periodistas de Informaci¨®n Econ¨®mica, dio un repaso a los problemas y riesgos que generar¨¢ la divisi¨®n en dos grupos de la Uni¨®n Europea a partir de la tercera fase de la uni¨®n monetaria. El propio n¨²cleo fuerte no estar¨¢ al abrigo de tensiones. Durante tres a?os a partir de 1999, el euro coexistir¨¢ con las moneda! nacionales en esos pa¨ªses para dar tiempo a que las casas de acu?aci¨®n pongan al d¨ªa su papel moneda y su calderilla. Seg¨²n Rojo, si los mercados perciben el riesgo de que alg¨²n pa¨ªs d¨¦ marcha atr¨¢s y quiera salirse del n¨²cleo, castigar¨¢n a sus divisas nacionales y se refugiar¨¢n en las fuertes, provocando, perturbaciones muy graves".

El gobernador no cree que ese riesgo pueda prevenirse con medidas jur¨ªdicas: "La ¨²nica soluci¨®n es mantener pol¨ªticas monetarias y fiscales muy estrictas". De ah¨ª que apoye el plan de estabilidad propuesto por Bonn, que exigir¨ªa seguir recortando el d¨¦ficit p¨²blico m¨¢s all¨¢ de la convergencia, hasta un 1% del PIB. El 3% pasar¨ªa a ser el l¨ªmite superior de una banda, por encima del cual se impondr¨ªan sanciones" al pa¨ªs transgresor. "Si no exactamente eso, algo muy parecido ser¨¢ aceptado", predijo.

El mismo temor a los mercados deber¨ªa llevar a los pa¨ªses excluidos a mantener los esfuerzos para enderezar sus par¨¢metros macroecon¨®micos. Lo tendr¨¢n m¨¢s dif¨ªcil que nunca, puesto que su mera exclusi¨®n impondr¨¢ primas de riesgo a sus tipos de inter¨¦s que aumentar¨¢n su inflaci¨®n y su d¨¦ficit. En palabras de Rojo, "estar¨¢n sometidos a una tensi¨®n de divergencia" que deber¨ªa compensarse con medidas como el pacto cambiario.