Los rusos eligen hoy presidente mientras L¨¦bed cubre con urgencia el vacio dejado por Yeltsin

El mal estado de salud del l¨ªder ruso, Bor¨ªs Yeltsin, ha alterado el dilema de las elecciones presidenciales que se celebran hoy en la Federaci¨®n Rusa. Este pa¨ªs elige por primera vez en la historia a un jefe del Estado entre una opci¨®n comunista, que supone un cierto retorno al pasado y que est¨¢ encarnada por Guennadi Ziug¨¢nov, y otra que, tras perfiIarse inicialmente como reformista, se presenta ahora llena de inquietantes inc¨®gnitas a causa de la debilidad f¨ªsica y pol¨ªtica de Yeltsin y la avasalladora presencia del general Alexandr L¨¦bed en el Kremlin, dispuesto a llenar el vac¨ªo que deja el presidente.

Yeltsin, de 65 a?os, lleva una semana sin aparecer en p¨²blico debido, seg¨²n informaron dos fuentes diferentes cercanas al Kremlin, a dos crisis cardiacas, una el 26 de junio, d¨ªa en que asisti¨® a un acto de fin de curso con los cadetes distinguidos de las academias militares, y otra el 27 de junio.Las fuentes dijeron a EL PA?S que los m¨¦dicos han aconsejado a Yeltsin permanecer dos meses en reposo absoluto, por lo que, incluso si gana las elecciones, como indican las encuestas, tendr¨¢ problemas para resistir la ceremonia de toma de posesi¨®n, prevista para principios de agosto. De acuerdo con la Constituci¨®n rusa, en caso de defunci¨®n del presidente, sus funciones son desempe?adas temporalmente por el jefe del Gobierno, puesto que ocupa V¨ªktor Chemomirdin. En el plazo de tres meses habr¨ªa nuevos comicios.

En perspectiva est¨¢n amplias remodelaciones de los ¨®rganos de poder, desde el Gobierno hasta la Administraci¨®n presidencial, pasando por el Consejo de Seguridad, el organismo consultivo del que L¨¦bed ha sido nombrado secretario. El general, que qued¨® tercero en la primera vuelta electoral, el 16 de junio, se ha incorporado al equipo de Yeltsin con grandes exigencias. En una conferencia de prensa, explic¨® ayer para qu¨¦ necesita los amplios poderes que Yeltsin no le ha concedido todav¨ªa, y asegur¨¦: "En mi calidad de secretario del Consejo de Seguridad, intentar¨¦ controlar el desarrollo de la reforma". Algunos de los puntos que expuso indican que el general no ha acabado de sintetizar las ideas nacionalistas sobre las que comenz¨® su carrera y el reformismo que le han caracterizado en su ¨²ltima etapa.

Rusos buenos y malos

En un informe que reparti¨® tras su rueda de prensa, L¨¦bed realiz¨® una cr¨ªtica implacable a la pol¨ªtica del Gobierno desde una posici¨®n que era simult¨¢neamente nacionalista y favorable a la continuaci¨®n de la reforma en pro de la "segunda oleada" de "nuevos rusos", a quienes defini¨® como gente competente, realista y capaz de comprender que no s¨®lo no se puede expoliar la naturaleza y parasitar a costa de los sectores deprimidos, sino que hay que contribuir a la construcci¨®n de una nueva sociedad. En cambio, el Estado tendr¨¢ derecho a investigar, utilizando incluso el cotraespionaje militar, la procedencia de capitales y bienes inmuebles de los rusos en el extranjero, y los funcionarios que "no puedan explicar c¨®mo obtuvieron una villa en Espa?a" ser¨¢n purgados.La principal amenaza para la seguridad del Estado es "la falta de una estrategia econ¨®mica y de un sistema racional de regulaci¨®n estatal de la econom¨ªa", se?ala L¨¦bed, que pronostica una seria crisis bancaria y afirma que la "desindustrializaci¨®n" del pa¨ªs afecta ya al potencial productivo. L¨¦bed acus¨® a los empresarios del sector de energ¨ªa y materias primas de haber actuado de forma descontrolada durante los ¨²ltimos cinco a?os con la colaboraci¨®n de Occidente y de haber subordinando toda la econom¨ªa del pa¨ªs a sus propios intereses corporativos. Seg¨²n el general, estos sectores operan de forma similar a como lo hizo la industria militar en la URSS. Adem¨¢s, han torpedeado la reforma agraria que L¨¦bed cree fundamental para garantizar la seguridad del Estado, que pasar¨ªa hambre en tres meses si se cortan las importaciones de alimentos.

[Un portavoz del Kremlin desminti¨® anoche los rumores sobre la muerte de Yeltsin con estas palabras: "Puedo decir oficialmente que el presidente est¨¢ vivo", informa France Presse.].