"Podemos transformar en energ¨ªa ¨²til los residuos radiactivos que nadie quiere"
Carlo Rubbia empez¨® hace tres a?os a trabajar en un sistema, un amplificador de energ¨ªa (AE), para inducir fisi¨®n nuclear con un combustible abundante, el torio, mediante un acelerador de part¨ªculas. Todav¨ªa le falta hacer algunos desarroIlos tecnol¨®gicos. Y cuando se le pregunta acerca de las conversaciones mantenidas la semana pasada con las autoridades aragonesas e industriales espa?oles para desarrollar un prototipo del AE en Zaragoza, Rubbia hace con las manos un expresivo gesto de piano-piano, con su larga experiencia en cuanto a poner en marcha grandes proyectos cient¨ªficos junto con las industrias. Pero se le nota lleno de decisi¨®n.El AE es un sistema de fisi¨®n nuclear pasivo, sin riesgo de accidente cr¨ªtico como sucedi¨® en Chern¨®bil, para producir energ¨ªa a bajo coste y sin pr¨¢cticamente residuos radiactivos de larga vida media, explica el premio Nobel italiano. Es m¨¢s, Rubbia, investigador del Laboratorio Europeo de F¨ªsica de Part¨ªculas (CERN, junto a Ginebra), destaca la capacidad de su sistema de quemar los residuos radiactivos de larga duraci¨®n que producen los reactores nucleares convencionales. El prototipo industrial tendr¨ªa como objetivo desarrollar y probar todas las tecnolog¨ªas implicadas.
Rubbia, acompa?ado de su colaborador espa?ol Juan Antonio Rubio, fue invitado por el presidente de Arag¨®n, Santiago Lanzuela, para presentar el proyecto y reunirse con las empresas. "Han estado todos los gigavatios espa?oles", dec¨ªa en Madrid, tras su entrevista posterior con Aznar. "El representante del Consejo de Seguridad Nuclear ha subrayado el car¨¢cter intr¨ªnsecamente seguro del sisterna".
Pregunta. ?En qu¨¦ situaci¨®n se encuentra ahora el proyecto?
Respuesta. Pr¨¢cticamente hemos terminado la parte de investigaci¨®n fundamental; hemos hecho en el CERN los experimentos, y continuamos, con la participaci¨®n de investigadores espa?oles. Ahora, el siguiente paso es industrial, para transformar todo ¨¦sto en un producto terminado. Hay un consenso general de que el AE, adem¨¢s de producir energ¨ªa, podr¨ªa utilizarse para eliminar los residuos radiactivos, que hoy se meten bajo tierra no sin problemas. Cuando uno mira el plutonio que producen los reactores nucleares, los residuos, resulta que contiene en s¨ª un 40% de la energ¨ªa generada mientras se produjeron. Una tonelada de plutonio equivale a tres millones de toneladas de carb¨®n, algo as¨ª como 14 millones de barriles de petr¨®leo. Por tanto, el plutonio es extremadamente rico en energ¨ªa y el problema es aprovecharla, transformarla en energ¨ªa ¨²til. Si cargamos el AE con combustile habitual (torio) y un poco de plutonio, ¨¦ste se quema de forma continua, hasta su eliminaci¨®n total. Podemos tomar este material que nadie quiere, considerado un serio problema ambiental, y convertirlo en energ¨ªa ¨²til ahorrando emisiones de C02, el efecto invernadero... Espa?a tiene ya generadas unas veinte toneladas de pluonio.
P. ?No teme que el proyecto sea mal visto en Zaragoza, que se piense en un traslado de residuos nuclerares?
R. Tiene quequedar muy claro que de ningunamanera se trata de llevar residuos radiactivos a Zaragoza, ni a ning¨²n sitio; que lo que proponemos es desarrollar el sistema del AE, constuir un prototipo de demostraci¨®n, que es al mismo tiempo un laboratorio de investigaci¨®n. Se trata de desarrollar una t¨¦cnica que permita eliminar los residuos nucleares all¨ª donde se producen, porque es absurdo trasladarlos, es un riesgo ambiental y pol¨ªtico. Mahoma va la monta?a, no la monta?a a Mahoma. El AE ser¨ªa una m¨¢quina suficientemente peque?a, a?adida al reactor convencional, en la que se colocan los residuos radiactivos que se est¨¢n acumulando en las piscinas de las centrales, se preparan de manera oportuna, se queman y producen energ¨ªa que se mete en la misma red el¨¦ctrica. Y no s¨®lo se trata del plutonio, sino act¨ªnidos, los residuos radiactivos de larga duraci¨®n.
P. ?C¨®mo ha ido la reuni¨®n con la industria espa?ola en Arag¨®n.
R. Yo dir¨ªa que estamos abriendo camino. Hace falta tiempo para comprenderse. Lo que proponemos es un programa en el que el acelerador de part¨ªculas se construya en Italia, que tiene una buena experiencia en esto, pero no en componentes de plantas nucleares, porque nunca ha apostado por esta fuente de energ¨ªa, y que la parte relativa al recipiente del AE se haga en Espa?a, que no tiene los conocimientos relativos a la construcci¨®n de aceleradores. Mi impresi¨®n es que los conocimientos tecnol¨®gicos espa?oles son perfectamente adecuados, porque se han adquirido para construir las plantas nucleares convencionales que ahora funcionan.
P. ?Cu¨¢nto dinero hace falta? -
R. El coste total del proyecto ser¨ªan unos trescientos millones de d¨®lares, menos que un sat¨¦lite o un avi¨®n militar. Pero es un poco pronto para hablar de dinero. La parte que aportar¨ªa Espa?a ser¨ªan unos 20.000 millones de pesetas.
P. ?Qu¨¦ impresi¨®n se lleva despu¨¦s de la reuni¨®n con Aznar?
R. Una buena impresi¨®n, parece una persona que siente estos problemas, pero evidentemente no puede firmar un cheque en blanco. Nos ha pedido una propuesta espec¨ªfica, en la que ahora nos ponemos a trabajar.
P. ?Por qu¨¦ elige Espa?a?
R. ?Por qu¨¦ no? No es la ¨²nica posibilidad. Hemos venido a explorar la la situaci¨®n y ver si Espa?a e Italia pueden hacerlo, y la respuesta es positiva. Hemos encontrado potenciales socios para nuestro AE, pero estamos iniciando una fase de noviazgo, no de matrimonio a¨²n, y hemos obtenido la bendici¨®n de las autoridades. Estamos intentato organizar una amplia colaboracion internacional, la UE entrar¨¢ de alguna manera, y estamos discutiendo el proyecto con Holanda, con Suecia, con Suiza, con Francia, pero los p romotores son importantes.
P. ?Cu¨¢ndo podr¨ªa empezarse?
R. Yo no quisiera que esto se aplazase a tiempos b¨ªblicos, hay que golpear el hierro en caliente. Est¨¢ prevista una segunda reuni¨®n de los industriales en julio. Si se define una primera lista de participantes, ser¨ªa razonable hacer el informe estrat¨¦gico despu¨¦s del verano. Si los factores pol¨ªticos y financieros se combinasen del modo m¨¢s favorable, necesitar¨ªamos todav¨ªa un ano para llegar al proyecto ejecutivo y hacer peque?os prototipos de componentes. Esto costar¨ªa unos treinta millones de d¨®lares, un 10% del coste total. La construcci¨®n de la m¨¢quina llevar¨ªa unos cuatro a?os. Es un periodo razonablemente corto, acorde con la urgencia del problema. Quisiera recordar que, por ejemplo en Francia, existen leyes que indican que para el 2005 o 2006 tiene que estar definida una estrategia para los residuos radiactivos, una soluci¨®n precisa. Otros pa¨ªses, como Espa?a, no puede esperar indefinidamente para encontrar una soluci¨®n al problema. Nuestros plazos t¨¦cnicos corresponden a las exigencias pol¨ªticas de solucionar la cuesti¨®n. Si empez¨¢semos la construcci¨®n del prototipo del EA en 1998, en el 2003 habr¨ªamos pasado ya la infancia.
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