9.000 arquitectos de todo el mundo analizan en Barcelona el futuro de las grandes ciudades

"Todos debernos sentimos comprometidos en la tarea de buscar y apoyar los caminos y las f¨®rmulas m¨¢s eficaces para construir un mundo nuevo y m¨¢s humano", afirm¨® el rey Juan Carlos durante el discurso inaugural del XIX Congreso de la Uni¨®n Internacional de Arquitectos (UIA), que hasta el pr¨®ximo s¨¢bado re¨²ne en Barcelona a m¨¢s de 19.000 profesionales de esta disciplina. En el contexto global de masiva urbanizaci¨®n, afirm¨® el Rey, los arquitectos reunidos en el congreso asumen "el camino hacia un urbanismo que responda a las exigencias de un crecimiento humanizado". Los anteriores ponentes hab¨ªan destacado el papel ¨¦tico y la funci¨®n social del arquitecto en una sociedad cada vez m¨¢s mercantilista.

La apertura del congreso, que se celebr¨® en el modernista Palau de la M¨²sica de Barcelona, tuvo dos partes muy diferenciadas: el acto acad¨¦mico y la inauguraci¨®n oficial. La primera, que cont¨® con peque?as actuaciones musicales, consisti¨® en el dIscurso de bienvenida del presidente del comit¨¦ organizador del congreso, Josep Martorell, y en la lectura por parte de Ignasi de Sol¨¤-Morales de la ponencia gereral. Martorell arranc¨® con un discurso autocr¨ªtico de la profesi¨®n que, en su opini¨®n, no pare ce llegar muy bien preparada para hacer frente al desaf¨ªo de una econom¨ªa globalizada en la que "cada vez m¨¢s parece que el ¨²nico valor que cuenta es el dinero". "No lo tenemos f¨¢cil, porque me parece que el mal radica en el mismo colectivo de arquitectos. Tenernos muy poca ambici¨®n cultural, muy poco rigor en el ejercicio de nuestra profesi¨®n y un sentido casi nulo de la responsabilidad social", afirm¨®.Sol¨¢-Morales tambi¨¦n realiz¨®, en su ponencia sobre Presente y futuros. Arquitecturas de las ciudades, referencias al excesivo "ensimismamiento" de la arquitectura y a la necesidad de retomar en los debates del congreso las reflexiones y cr¨ªticas con las que una ampl¨ªa mayor¨ªa de arquitectos lleva tiempo intentado entender la gravedad de la esquizofrenia producida entre la cultura arquitect¨®nica y la realidad urbaiaa contempor¨¢nea".

M¨¢s tarde, fue Jaume Dur¨®, presidente de la UIA, el que insisti¨® en que "el puro espect¨¢culo formal de la arquitectura se justifica hoy menos que nunca", y reclam¨® un mayor ¨¦nfasis en los aspectos sociales de la disciplina frente a los puramente est¨¦ticos. "Antes hay que pensar en la racionalidad, la eficiencia, el rigor t¨¦cnico y la econom¨ªa, y despu¨¦s en la belleza y la armon¨ªa", dijo Dur¨®.

El ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, afirm¨® que el Gobierno presentar¨¢ la Ley de Ordenaci¨®n de las Edificaciones "para definir las responsabilidades de todos los agentes que intervienen en la edificaci¨®n". ?sta es una ley que los arquitectos reclaman desde el a?o 1977 y que finalmente entr¨® en el Parlamento hace dos meses sin que llegara a discutirse, si bien el actual Gobierno ha prometido que se aprobar¨¢ en esta legislatura.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, tambi¨¦n se refiri¨® al papel importante que tienen los arquitectos para definir la sociedad del futuro. "Tienen que intentar resolver problemas nuevos que se han presentado, desde la simplificaci¨®n de los grupos familiares al traslado de los lugares de trabajo a los propios hogares", indic¨®, en referencia a factores como el descenso del n¨²mero de hijos o la creciente informatizaci¨®n del trabajo, que chocan con el dise?o actual de las viviendas. "Son cosas personales, que afectan a la vida de las personas, por lo que ¨¦stas necesitan que el marco se adapte a estas necesidades".

Esperanza en la ciudad

El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, hab¨ªa abierto el turno de intervenciones con una llamada de esperanza a favor de las ciudades. "La ciudad est¨¢ en crisis, pero es una crisis griega, una crisis de transformaci¨®n", indic¨®. "Os pedimos a los arquitectos que lider¨¦is el intento de recuperar la confianza en la ciudad, porque ¨¦sta es la ¨²nica esperanza de la humanidad". Maragall asegur¨® que las ciudades son las que mejor aseguran los niveles de ense?anza, sanidad, servicios, cultura y la misma esperanza de vida. "El dilema no es entre lo natural y lo cultural, sino entre cultura c¨ªvica obstinada o el abandono frente al gran oc¨¦ano de las meg¨¢polis".