Los protestantes del Ulster dejar¨¢n la mesa negociadora si no desfilan en Portadown

Nuevos brotes de violencia sectaria sacudieron ayer Irlanda del Norte tras los enfrentamientos del domingo y la madrugada del lunes entre integrantes de un desfile de la Orden de Orange y la polic¨ªa que les impide el paso a trav¨¦s de la zona cat¨®lica de la localidad de Portadown, a unos 40 kil¨®metros al sur de Belfast. Cientos de manifestantes se echaron a las calles y carreteras en toda la provincia, bloque¨¢ndolas con barricadas improvisadas y prendiendo fuego varios veh¨ªculos en se?al de protesta por la prohibici¨®n, mientras los l¨ªderes de los principales partidos unionistas amenazaban con abandonar la mesa negociadora en Belfast si no se autoriza el desfile de Portadown. Cerca de esta localidad fue hallado ayer el cad¨¢ver de un hombre con impactos, de bala, en la cabeza. Se trata de un taxista cat¨®lico de 31 a?os.Miles de seguidores de la Orden de Orange, fundada hace 200 a?os para conmemorar la victoria protestante en la batalla de Boyne en 1690, incluidos los l¨ªderes unionistas David Trimble e Ian Paisley, manten¨ªan una tensa espera en Dumcree, a las afueras de Portadown, en espera de que la polic¨ªa cambiara de actitud. A lo largo de la madrugada del lunes se produjeron conatos de violencia que se saldaron con un par de heridos. Los incidentes se repitieron a lo largo del d¨ªa de ayer, obligando a las fuerzas de seguridad a utilizar de nuevo material antidisturbios. Un hombre de 19 a?os result¨® gravemente: herido por una bala de goma disparada por miembros del Royal Ulster Constabulary (la polic¨ªa del Ulster) que proteg¨ªan a los ingenieros del Ej¨¦rcito. en su tarea de construir una barricada de cemento para establecer una zona de seguridad en Dumcree.

Carreteras bloqueadas

La erupci¨®n generalizada de violencia se produjo horas despu¨¦s de que el l¨ªder de la Orden de Orange, el sacerdote Martin Smyth, diputado por Belfast Sur, advirtiera que sus seguidores estaban, dispuestos a violar las leyes, si era necesario, para forzar ¨¦l paso del desfile. "Si la polic¨ªa puede bloquear las carreteras, nosotros podemos hacer otro tinto". Tambi¨¦n el l¨ªder del mayoritario Partido Unionista del Ulster, David Trimble, se mostr¨® cr¨ªtico con las fuerzas del orden acusando a la polic¨ªa de ser un mero juguete del Sinn Fein, partido pol¨ªtico que representa al IRA, en su batalla por "borrar cualquier huella de britaneidad del Ulster"'.lan Paisley, por su parte, en su habitual tono apocal¨ªptico, alentaba a los presentes a seguir firmes en su prop¨®sito. "Por el Ulster vale la pena luchar y morir", dijo en un momento el l¨ªder del Partido Democr¨¢tico Unionista. Vivo o muerto, el proceso de paz del Ulster est¨¢ lejos de haber acabado con la profunda divisi¨®n entre las dos comunidades que comparten este territorio anclado en el pasado y que parecen encontrarse m¨¢s comodas dirimiendo en la calle sus diferencias que en una mesa negociadora.

Pese a los brotes violentos a lo largo y ancho de la provincia brit¨¢nica, la concentraci¨®n de Portadown se mantuvo ayer en relativa calma, aunque las posiciones a uno y otro lado del cord¨®n policial segu¨ªan inalterables. De un lado, los seguidores de la orden protestante, que han amenazado con paralizar la provincia si no se les autoriza a recorrer la calle principal de Portadown con sus tambores y estandartes; de otro, los vecinos de Garvaghy Road, habitada hoy por una mayor¨ªa cat¨®lica, que se niegan a contemplar esta demostraci¨®n "sectaria, triunfalista y provocadora", apoyados, en esta ocasi¨®n por la polic¨ªa.