El ciclismo franc¨¦s se topa con sus l¨ªmites

Jalabert, el gran favorito para sus compatriotas, abandon¨® ayer el Tour, vac¨ªo y febril, cuando la cr¨®nica principal de L'Equipe terminaba con un sarcasmo hacia los vecinos italianos, que hab¨ªan tenido su Sestriere m¨¢s negro. "?Queda a¨²n alg¨²n italiano en el Tour?", se preguntaba ret¨®ricamente el cronista. "Ah, s¨ª, el peque?o Piepoli va 16?". Una bonita forma de desviar la atenci¨®n justo en el momento en que el ciclismo franc¨¦s empieza a mostrar sus l¨ªmites, que no son otros que dos ciclistas showmen -Virenque y Leblanc- en busca del aplauso f¨¢cil v¨ªa etapas y maillot de lunares, los premios secundarios. Ning¨²n candidato para la general precisamente el a?o en que m¨¢s abierta y multinacional est¨¢ la cuesti¨®n: entre los 10 primeros de la general hay tres espa?oles -Olano, Indur¨¢in y Escart¨ªn-, dos suizos -Rominger y Dufaux-, un dan¨¦s -Riis-, un ruso -Berzin-, un alem¨¢n -Ullrich- y hasta un austriaco -Luttenberger- Bueno, tambi¨¦n hay un franc¨¦s, el inevitable Virenque. Una generaci¨®n veterana mantiene la llama casi a punto de apagarse, mientras los j¨®venes se estancan y la inflaci¨®n amenaza: el anuncio de dinero fresco los proyectos de multimillonarios equipos -de Madiot y Guimard- ha hecho crecer la cotizaci¨®n de cualquier franc¨¦s que sepa pedalear.Alg¨²n otro a?o se habr¨ªan dado por contentos con este panorama, pero despu¨¦s de la exaltaci¨®n del a?o anterior -Jalabert y su 14 de julio, entre otras gestas- y de las expectativas creadas desde entonces, sabe a poco. Y a menos despu¨¦s de su comienzo fulgurante este Tour, casi anunciador de una carrera tricolor. "Un Tour por fin franc¨¦s", dec¨ªan los peri¨®dicos. Qu¨¦ lejos est¨¢n y qu¨¦ poco valor tienen ahora, cuando el Tour se corre de verdad, el fugaz amarillo de Moncassin, la escapada victoriosa de Saugrain o el choque con la realidad de Heulot. Moncassin, de paso, ya perdi¨® su maillot verde tambi¨¦n. Malignamente pensando, el ¨²nico honor por el que parecen capacitados para luchar es, lunares de Virenque aparte, el del farolillo rojo. Thierry Marie, que lo luci¨® varios d¨ªas, abandon¨® ayer. Su puesto lo ha ocupado otro franc¨¦s, Masdupuy. Pero no parece que lo tenga f¨¢cil: el japon¨¦s Imanaka amenaza.