Telekom, la soberbia de la euforia

Todo el mundo recuerda estos d¨ªas que el a?o pasado s¨®lo medio Telekom pudo participar en el Tour. S¨®lo su fiable sprinter Erik Zabel (ganador ya de dos etapas, la tercera y la d¨¦cima) y los recuerdos del viejo Olag Ludwig les abr¨ªan algunas puertas. Eran un dinosaurio, los representantes de un ciclismo en v¨ªas de extinci¨®n, los rodadores culo gordos que se iban quedando en las cunetas. Un equipo que se vio forzado por los organizadores a compartir su participaci¨®n en aquel Tour con el ZG. Y de repente, zas, l¨ªderes en todas las tablas del Tour, el amarillo de Bjarne Riis, el verde de Zabel, el mejor joven (Jan Ullrich) y la general por equipos. ?Qu¨¦ terremoto ha ocurrido? "Simplemente hemos fichado un l¨ªder", responde su director, el veterano clasic¨®mano belga Walter Godefroot. "Ahora los corredores van m¨¢s motivados".Un l¨ªder veterano con aristas de Tour, Bjarne Riis, y, podr¨ªa a?adirse, un joven revelaci¨®n, Jan Ullrich. Con s¨®lo dos ingredientes, un equipo al que reducen el presupuesto inexorablemente a?o a a?o es el m¨¢s envidiado de todos los que est¨¢n en la ronda francesa. Y, quiz¨¢s, odiado. Es la zona marco del ciclismo, una idea que quiere jugar en este deporte el mismo papel que Alemania en la construcci¨®n europea.

"S¨®lo dejan migajas"

"Son unos soberbios", dicen los rivales. "Se les seca la boca de ansia. Lo quieren ganar todo", agregan. Dice la sabidur¨ªa de a?os y a?os de Tour que ¨¦se es un mal camino. Que, cuando uno est¨¢ bien, es f¨¢cil pensar que nunca va a necesitar la ayuda de nadie, pero que si s¨®lo deja las migajas a los rivales, mal lo van a tener en los momentos dif¨ªciles."Es que mis corredores est¨¢n euf¨®ricos. Todo les sale bien y es dif¨ªcil pararlos", se disculpa Godefroot. Esa euforia, confundida con soberbia, es el punto d¨¦bil del equipo, opinan los rivales: creen tener m¨¢s fuerzas de las reales, y eso lo pagar¨¢n cuando tengan que defenderse. O el aprendizaje del Tour que les falta.

Ellos piensan sobreponerse a ese posible d¨¦ficit apelando a la estructura y la jerarqu¨ªa. Se ven capaces de ganar el Tour con Riis y, al mismo tiempo, etapas con Zabel (lleva dos) dividiendo sus fuerzas de s¨®lo ocho corredores (abandon¨® Mario Kummer): dos, para el maillot amarillo en la monta?a (Ullrich y Udo Bolts) y dos para Zabel (Christian Henn y Rolf Aldag); los otros dos (Jens Heppner y el dan¨¦s Brian Holm), para todos. Y hasta Riis lanz¨¢ndole los sprints a Zabel. "Es un chaval que lo merece", dice el dan¨¦s.

"Acabar¨¢n pagando el despliegue", pronostica, o desea, Miguel Indur¨¢in. "D¨¦jalos", dice Sandro Quintarelli, director del Carrera. "Los alemanes llevan tanto tiempo sin pintar nada, que ahora todo les parece poco".