El glorioso kil¨®metro de Chepe Gonz¨¢lez
Ca¨ªdas de Rominger y Ullrich sin consecuencias en una etapa de desgaste bajo el calor
A veces un kil¨®metro obra milagros. A Chepe Gonz¨¢lez se le ten¨ªa por el ciclista m¨¢s peque?o del pelot¨®n por culpa de los servicios m¨¦dicos que le tallaron en 1,57 metros. Y poco m¨¢s se sab¨ªa entre la prensa internacional, que encontraba el apartado dedicado a su palmar¨¦s en blanco. As¨ª que pocas noticias hab¨ªa sobre Chepe hasta ayer mismo, hasta el ¨²ltimo kil¨®metro de la etapa, cuando entr¨® en escena directo a la meta. No era el m¨¢s r¨¢pido entre un grupo de ocho escapados, pero fue el m¨¢s listo. Y, despu¨¦s de la meta, el ciclista m¨¢s feliz del mundo: es el cuarto corredor colombiano que gana una etapa del Tour.Una de las primeras cosas que aclar¨® a la concurrencia fue que ¨¦l, Chepe Gonz¨¢lez, no es el Corredor m¨¢s peque?o de este Tour. Los m¨¦dicos, seg¨²n su versi¨®n, se equivocaron al tomarle las medidas: ¨¦l mide 1,67. Chepe (por Jos¨¦) Gonz¨¢lez dedic¨® el triunfo a Dios, su madre, su familia y al patr¨®n que le paga, por este orden. Ha ganado dos veces la Vuelta a Colombia y, fue 15? en el pasado Mundial. Pero en un kil¨®metro, Chepe inscribe su nombre al lado de Lucho Herrera (dos victorias), Fabio Parra (2) y Caca¨ªto Rodr¨ªguez para la historia del ciclismo colombiano en el Tour. De paso, el equipo Kelme cumple con sus objetivos gracias a ese ¨²ltimo kil¨®metro.
Su victoria se debe en buena parte a su vivacidad: vio acercarse el coche del Mapei al grupo de ocho escapados y puso atenci¨®n a las instrucciones que le daban al espa?ol Fern¨¢ndez Gin¨¦s, un corredor r¨¢pido que viene de ganar el campeonato de Espa?a. Como las instrucciones eran en castellano las entendi¨® a la perfecci¨®n: en el ¨²ltimo kil¨®metro hay un repecho, el lugar ideal para lanzar un ataque. Y lo que iba para el buen entendimiento de Gin¨¦s sirvi¨® para Chepe, que hizo lo que Gin¨¦s no acert¨® a cumplir. Atac¨® en el punto exacto y se llev¨® la etapa. Sus rivales desconfiaron de su intentona, pensando que era el m¨¢s flojo, que no deb¨ªan quemarse en su captura. El uno por el otro le dejaron marchar. Y Chepe que alcanza la gloria en un kil¨®metro.
A sus espaldas, hubo un poco de todo. Ca¨ªda de Ullrich sin consecuencias. Ca¨ªda de Rominger con un fuerte golpe en el codo y una visible raspadura en la rodilla derecha, afectada de otro golpe anterior.
Uno y otro se quejaban de su mala suerte en una etapa de puro desgaste, bajo el calor, sobre las carreteras enga?osas del Macizo Central y esos puertos de apariencia liviana que esconden m¨¢s kil¨®metros de subida que de bajada. De nuevo el Telekom puso proa al pelot¨®n para adornar el tramo final de la etapa.
Hubo debate en tomo a una de las pocas escaramuzas de la jornada. Se detect¨® un corte en la subida a un peque?o puerto e Indur¨¢in se qued¨® atr¨¢s, al lado del l¨ªder, Riis. La diferencia apenas alcanz¨® los 20 segundos y el detalle se interpret¨® como un mal presagio. Al entender de los especialistas, no hab¨ªa razones para la preocupaci¨®n: Riis parece que s¨®lo se mueve si lo hace Indur¨¢in y el l¨ªder espa?ol no est¨¢ dispuesto a hacer parte del trabajo que le corresponde al dan¨¦s.
Fue lo que se llama un ejercicio de sangre fr¨ªa, frecuente en Indur¨¢in. Es un juego de intenciones: el l¨ªder eres t¨², no yo, as¨ª que responde t¨² a este ataque. Y Riis tuvo que salir a la caza de un grupo entre los que figuraban Z¨¹lle, Rominger, Berzin y Olano.
Reanudada la calma, el pelot¨®n esper¨® a que formaran los alemanes y se dej¨® llevar hasta la meta. Por delante iban ocho cazadores de etapa. Uno de ellos era el colombiano Chepe Gonz¨¢lez, que extrajo oro del ¨²ltimo kil¨®metro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.