La banda sonora m¨¢s hermosa

Hay un estilo Sakamoto de escribir bandas sonoras. El compositor japon¨¦s ha formado con el director italiano Bertolucci un binomio comparable a los de Nyman y Greenaway o Badalamenti y Lynch. En su ¨²ltimo disco, 1996, piano, viol¨ªn y chelo interpretan sus obras m¨¢s conocidas. Un formato ac¨²stico, sencillo y expresivo, que proporciona a su m¨²sica una brillantez extraordinaria.A Bibo no aozora ("hermoso cielo azul", en japon¨¦s) le dio un tratamiento casi minimalista. Enseguida lleg¨® Feliz Navidad Mr. Lawrence: las teclas blancas y negras exponen la bell¨ªsima melod¨ªa que Ryuichi Sakamoto compuso para la pel¨ªcula de Oshima. Luego El cielo protector, con motivos centrales de inspiraci¨®n espa?ola. Y en los ¨²ltimos compases de Rain, incluida en El ¨²ltimo emperador, apareci¨® di¨¢fana la influencia de Mompou, del que Sakamoto colecciona las grabaciones.

Cuando le dio la se?al a Morelenbaum para que ¨¦ste iniciase su solo de violonchelo, puso mirada de ni?o ante una tienda de juguetes y acab¨® incorpor¨¢ndose a la improvisaci¨®n con gesto de alumno aplicado: m¨²sica de c¨¢mara contempor¨¢nea resuelta magistralmente con las primeras notas de Tacones lejanos. Se trajo la voz de Lenin enlatada para poder tocar 1919, que acaba creando un clima opresivo entre la arenga pol¨ªtica y la repetici¨®n obsesiva de la c¨¦dula mel¨®dica. S¨®lo cant¨® en dos ocasiones, con similares limitaciones a las que ten¨ªa Jobim, m¨²sico que venera, y al que durante a?os estuvo acompa?ando Jaques Morelenbaum. El tercer c¨®mplice es un ingl¨¦s de origen jamaicano que ha participado en la Reggae Philarmonic Orchestra, y que convierte el viol¨ªn en aliado indispensable.

Haga lo que haga, en Ryuichi Sakamoto predomina siempre el gusto por la melod¨ªa., esa sensibilidad heredada de m¨²sicos rom¨¢nticos e impresionistas. Y con este tr¨ªo se puede disfrutar como nunca de su m¨²sica.