Hace sesenta a?os

Julio San Isidro, de 80 a?os, agarr¨® el micr¨®fono, ayer, en la Dehesa de la Villa, delante de 40 de sus viejos camaradas del V Regimiento de Milicianos, a un paso de las trincheras del frente de la Ciudad Universitaria, 60 a?os justos despu¨¦s de que empezara la guerra: "Os podr¨ªa decir ahora muchas cosas, pero otros las han contado; recuerdo que al principio de la guerra, mientras nos promet¨ªan tanques, blindamos un tractor. Le llam¨¢bamos El Cabezota, porque se nos volcaba siempre. El centro de gravedad estaba bien, pero, si se le cargaba de munici¨®n, se ven¨ªa abajo. Los camaradas, cuando nos ve¨ªan marchar al frente con El Cabezota, re¨ªan y gritaban 'ya est¨¢n aqu¨ª nuestros tanques'. Pero, aunque se cayera, El Cabezota daba moral. Y eso, os lo aseguro, era importante". Callaron los viejos compa?eros y recordaron.Juntos recorrieron el nuevo paisaje de la Dehesa de la Villa, desde donde a¨²n se adivinan las trincheras. Antes, Francisco Herrera, portavoz en el Ayuntamiento de IU, organizadora del homenaje, hab¨ªa elogiado el valor de estos hombres y mujeres de este particular y famoso regimiento, creado en los primeros d¨ªas de la guerra e integrado por voluntarios, unido posteriormente al ej¨¦rcito republicano. Ah¨ª estuvo Julia Manzanal, de 80 a?os, esposa de Julio San Isidro y comisaria del V Regimiento, cuyos recuerdos publicar¨¢ EL PA?S el lunes. Un miliciano record¨® lo de "no pasar¨¢n", lema que simboliz¨® la defensa de Madrid contra los fascistas: "No pasaron en realidad; bueno, pasaron porque ten¨ªan que pasar, porque ten¨ªan m¨¢s de todo. Pero en el fondo nunca pasaron, y yo me entiendo".