"Me atraen los temas macabros, por su lado mas artificial"
, La fot¨®grafa norteamericana Cindy Sherman (Glen R¨ªdize, Nueva Jersey, 1954) lleva unos veinte a?os despistando a los analistas de su trabajo y provocando reacciones agridulces entre el p¨²blico. De una chocante y exquisita delicadeza personal, Sherman presenta en su retrospectiva de Madrid lo m¨¢s significativo de su trabajo mientras coordina en Nueva York el montaje de una pel¨ªcula de terror que ella misma ha dirigido. Con Office killer (Asesina de oficina), Sherman da el paso l¨®gico en una trayectoria en la que, seg¨²n ella, "el cine ha tenido m¨¢s influencia que el propio arte".
Pregunta. ?C¨®mo se meti¨® a dirigir cine?
Respuesta. La productora que trabaj¨® con el fot¨®grafo Larry Clark en Kids estaba buscando gente que tuviera una visi¨®n distinta de la habitual en el g¨¦nero de terror para hacer pel¨ªculas de bajo presupuesto dirigidas a un p¨²blico aficionado al cine de calidad. Me- resist¨ª porque era un, esfuerzo de colaboraci¨®n, algo que a m¨ª nunca me ha apetecido mucho. Apenas me motiva el concepto de la narraci¨®n. Mis fotografias se pueden ver como una forma de narraci¨®n, pero muy vaga.
P. Ese componente cinematogr¨¢fico, sobre todo en la primera ¨¦poca, es muy grande.
R. S¨ª, hay fotos que parecen sacadas de pel¨ªculas, y a m¨ª me encanta el cine como espectadora. De hecho, creo que el cine me ha influido m¨¢s que el arte en general. Pero yo siempre he trabajado sola. Me convencieron al darme control total sobre el gui¨®n y el resultado final. Escrib¨ª una serie de ideas para que las desarrollara un guionista, y luego eleg¨ª la que m¨¢s me gustaba.
P. ?De qu¨¦ trata?
R. Es una mujer que est¨¢ trabajando en una oficina y hacen una reestructuraci¨®n laboral, lo cual le hace sentirse muy disgustada [risas]. Es una mujer rara y. peque?a. La noche que se entera de, su despido mata accidentalmente a alguien de la oficina y se lleva el cad¨¢ver al s¨®tano de su casa porque no sabe qu¨¦ hacer con ¨¦l. A lo largo de los siguientes d¨ªas sigue matando a gente de la oficina y trayendo los cad¨¢veres a su s¨®tano, donde los coloca como si estuvieran en una oficina de mentira. Sin embargo, creo que la gente que es aficionada al cine de sangre y v¨ªsceras saldr¨¢ desilusionada.
P. ?De d¨®nde viene ese inter¨¦s por lo macabro?
R. No lo se; muy bien. Se trata de una combinaci¨®n de humor con un elemento que es perturbador.
P. ?Nunca se ha asustado a s¨ª misma al posar con esos maquillajes?
R. No, la atracci¨®n que siento por los temas macabros es por lo artificial que es todo. Eso hace posible disfrutarlo y reirte de lo repugnante que es. No me interesa hacerlo cre¨ªble: hasta el punto de que pueda confudirse con un s¨ªntoma de horror en la vida real.
P. ?O sea, que esas fotos no reflejan lo que usted es o piensa?
R. En absoluto. Es el resultado de un juego. Algunas incluso son equivocaciones, no buscaba un resultado determinado. A menudo, lo que ten¨ªa en mente no es para nada lo que sale en la foto.
P. ?Anticipa las reacciones de la gente ante sus fotograf¨ªas?
R. S¨®lo lo he hecho de forma m¨¢s o menos consciente a mediados de los ochenta, cuando empec¨¦ a tener un gran ¨¦xito, al mismo tiempo que el coleccionismo de arte era lo ¨²ltimo entre personas que estaban ganando mucho dinero de golpe. Me sentaba fatal que toda esta gente a la que probablemente les tra¨ªa sin cuidado mi trabajo estuvieran compr¨¢ndolo porque yo era la sensaci¨®n del momento. ?sta fue una de las razones por las que empec¨¦ a tomar una direcci¨®n hacia lo grotesco: quer¨ªa que les resultara dif¨ªcil tener esas fotos en su casa a menos que se creyeran el trabajo. Disfrut¨¦ mucho con esto.
P. ?C¨®mo ha afectado a la fotograf¨ªa el cambio en ese panorama econ¨®mico, que ahora no es tan boyante?
R. Es mucho m¨¢s saludable e interesante, porque ahora los artistas est¨¢n haciendo arte para expresarse m¨¢s que para ganarse la vida. Los ochenta se salieron tanto de madre que todo reci¨¦n graduado en Bellas Artes cre¨ªa que pod¨ªa ser un artista si se pon¨ªa a ganar mucho dinero. Las cosas no deber¨ªan ser as¨ª y de hecho ya no son as¨ª.
P. Su trabajo se ha interpretado como un estudio de la identidad y la victimizaci¨®n de la mujer. ?Qu¨¦ le parecen estas tesis?
R. Hubo muchas teor¨ªas, y estoy de acuerdo en que aplicar mi trabajo a alguna de ellas tiene sentido. Mis fotos sirven de ejemplo a esas ideas, pero no es que generen tal teor¨ªa. Por supuesto, ser mujer ha sido parte de la expresi¨®n y el contenido de lo que he hecho. Pero no ten¨ªa un mensaje pol¨ªtico, sino personal: sobre lo que fue para una mujer como yo crecer en los a?os cincuenta y sesenta, los modelos de conducta que ten¨ªamos y ese tipo de cosas. Nunca he sido abiertamente feminista.
P. ?Ha advertido alg¨²n tipo de intenci¨®n o progresi¨®n a lo largo de sus distintas series de fotos?
R. Algo en lo que nunca hab¨ªa reparado y que observ¨¦ en el an¨¢lisis que los dem¨¢s hicieron de mi trabajo era un proceso de desconstrucci¨®n de la figura. Nunca lo pens¨¦, pero creo que tiene sentido. Empec¨¦ posando en todas mis fotos y gradualmente desaparec¨ª de ellas, reemplaz¨¢ndome con figuras de partes del cuerpo.
P. ?Por qu¨¦?
R. No quer¨ªa sentir que depend¨ªa de la utilizaci¨®n de m¨ª misma para tener algo que decir. Gradualmente us¨¦ bodegones o peque?os elementos, por ejemplo, un reflejo de mi ojo. Luego empec¨¦ a coleccionar maniqu¨ªes y mu?ecas y acabaron por hacerse con mi fotograf¨ªa. Me quit¨® un gran peso de encima el ver que pod¨ªa salir de mis fotos y aun as¨ª resultarme interesante. Para m¨ª, la meta era no salir en una foto si no me apetec¨ªa y que la gente no se diera cuenta, sino que fluyera en la misma direcci¨®n que el resto de mi trabajo. No usarme a m¨ª misma me abre muchas m¨¢s posibilidades.
P. ?Con cu¨¢l de sus series de fotograf¨ªas est¨¢ m¨¢s satisfecha?
R. Creo que las fotograf¨ªas de desastres [mediados de los ochenta], porque ah¨ª naci¨® un elemento que se ha quedado conmigo desde entonces.
P. ?Qu¨¦ va a hacer ahora?
R. Cuando termine la pel¨ªcula me tomar¨¦ un a?o libre, sin ning¨²n tipo de compromiso ni presi¨®n. Quiero dedicarme a seguir experimentando.
Babelia
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