Madrid, agosto, comer, beber, el sol...

Lo primero, beber. Y esto, porque hace calor y porque sabiendo beber siempre se recupera salud y, sobre todo, porque en agosto, para mayor gloria suya y de su incontable clientela, la mejor tienda de vinos y licores y bebidas refrescantes de la capital deja sus puertas cerradas, pero sin echar la llave. Entren por la puerta que lleva el n¨²mero 70 de la calle de Mar¨ªa de Molina. Antes de adentrarse en el santuario ya leer¨¢n en el dintel: Siguero, esto es, una bodega que lleva 40 a?os en la brecha, desde que don Antonio Siguero, que ya se hab¨ªa ilustrado durante 20 a?os en el mundo del vino, con 50 cajas de Vichy, "porque era lo m¨¢s barato y hab¨ªa que llenar el local", y luego con 9.000 pesetas de vinillos, cre¨® una tiendecilla que, en d¨ªa de la fecha, esconde 60.000 botellas en la planta baja, en el primer piso y en rincones amancebados con el silencio, la oscuridad y el reposo para que los grandes vinos de Espa?a y del mundo esperen su hora sublime: el descorchar. ?Vinos baratos?: se encontrar¨¢ un clarete de Cigales (Valladolid) por 275 pesetas, y un reserva del 90, de los vi?edos m¨¢s desarrollados de La Mancha, el Estola, por 400 pesetas. Y un valdepe?as que ya no tiene que ver con la tradici¨®n maldita, Videva, por 430 pesetas. Y un Colegiata de Toro del 90, que tambi¨¦n es un desaparecido del campamento de los "toros" que corneaban casi de verdad, por 690 pesetas.Y, desde lo referido, puede uno gastarse hasta 120.000 pesetas por una botella de la Roman¨¦e Contim, el vino borgo?¨¦s que hace so?ar, o uno de Vega Sicilia que es una ganga respecto al precitado, pero que..., habr¨ªa que ver. Todos los vinos espa?oles, de Rioja, Ribera del Duero, Navarra, Catalu?a, los fulgurantes nuevos Somontano (Huesca: por 1.175 pesetas, un Gran Vos que acaricia hasta la inteligencia); y vinos extreme?os que, como el Lar de Barros, ya cuentan. Y, claro est¨¢, tintos y blancos y rosados y cavas y champa?as de la calidad y el precio que a cada cual le pinte. Y, m¨¢s y m¨¢s, muchos vinos en Magnun (doble botella). Espa?a y, adem¨¢s, todo el extranjero: nadie, si quiere, se privar¨¢ de un burdeos, grande o liviano, o de otras regiones vin¨ªcolas como la cuenca del R¨®dano; y California e Italia y los australianos que est¨¢n en camino. Y que nadie se prive del vino dulce que le hable, espa?ol, extranjero o los m¨¢s grandes, los de Jerez, finos, olorosos secos o dulces; y el TokaJi h¨²ngaro, que se le llama Oremus desde que lo adquiri¨® Vega Sicilia y que tiene precio y es de saborear a partir de 1.250 pesetas la botella. Esto es, dice Siguero, "un servicio p¨²blico, porque me debo al p¨²blico y gozo, porque el vino es placer, amor y lujo".

?Y comer en agosto en Madrid? No es tan f¨¢cil, Pero en La Ancha (?ojo!, de la calle Zorrilla, 7), por 3.500 pesetas, o menos o m¨¢s, se sirven las carnes y pescados y una amplia carta de platos y vinos; y con saber. Y en el n¨²mero 32 de la cava Baja, el castizo Viejo Madrid; y en Bruselas (avenida de Bruselas, 53), carnes y pescados ¨²nicos en la nueva e inteligente terraza, hay que saborearlos con una surtida carta de vinos de las pocas de calidad y precios ajustados de Madrid.