Punto final a una era gloriosa
Mart¨ªn L¨®pez Zubero s¨®lo pudo ser sexto en la final de 200 espalda, su ¨²ltima aparici¨®n ol¨ªmpica
Fue la ¨²ltima aparici¨®n ol¨ªmpica de Mart¨ªn L¨®pez Zubero. Ten¨ªa que ser as¨ª, en su distancia favorita, los 200 metros espalda, la prueba que ha dominado durante tantos a?os. Ahora, con 27 a?os, la carrera es un tormento. Demasiado larga, demasiado extenuante. Es la hora de la generaci¨®n posterior, de gente como Brian Bridgewater, ganador de la final. Mart¨ªn fue sexto. No pudo mantenerse a la altura de los norteamericanos, ni bajar de 1,59 minutos para alcanzar alguna medalla. En otros tiempos , hubiera sido sencillo, cuando el campe¨®n espa?ol nadaba una tarde s¨ª y otra tambi¨¦n la distancia en menos de dos minutos. Ahora todo le cuesta m¨¢s esfuerzo. Busc¨® su oportunidad y no lo consigui¨®. Una gloriosa carrera deportiva se cerr¨® ayer en Atlanta. El propio nadador, tras la prueba, concret¨® su final: "Dejar¨¦ la nataci¨®n el pr¨®ximo a?o en los Campeonatos de Europa de Sevilla".Para el deporte espa?ol fue una tarde de nostalgia. Durante diez a?os, Mart¨ªn L¨®pez Zubero ha liderado espl¨¦ndidamente nuestra nataci¨®n. Lo ha hecho desde una voluntad indestructible. Su padre reconoc¨ªa, en los Juegos de Barcelona, que Mart¨ªn probablemente ten¨ªa menos calidad natural que su hermano David, medallista de bronce en Mosc¨² 80 y origen de una saga que termin¨® ayer en Atlanta, pero a?ad¨ªa que no ha visto a nadie con tanta dedicaci¨®n como Mart¨ªn, un nadador que un d¨ªa dej¨® un r¨¦cord para la historia: 1m 56s 57c, una marca inalcanzable desde hace cinco a?os, un intervalo enorme en el mundo de la nataci¨®n.
La magn¨ªfica historia de David, Julia y Mart¨ªn L¨®pez se ha extendido durante veinte a?os, un periodo tan extenso como el legado de victorias, r¨¦cords y momentos inolvidables. Y entre todos ellos, Mart¨ªn ha sido el m¨¢s consistente, quiz¨¢ porque tuvo la fortuna de coincidir con el cambio que se ha producido en el deporte. Su hermano tuvo que retirarse joven porque el profesionalismo no estaba admitido en los deportes ol¨ªmpicos. Mart¨ªn ha podido sacar un excelente rendimiento econ¨®mico a su larga carrera, pero su retribuci¨®n al deporte espa?ol ha sido todav¨ªa mayor: ha dado prestigio en el mundo y ejemplo a las nuevas generaciones. 0 as¨ª deber¨ªa ser, porque la sensaci¨®n es que despu¨¦s de Mart¨ªn L¨®pez Zubero se produce un vac¨ªo. S¨®lo ¨¦l y Lourdes Becerra han conseguido entrar en las finales. El paisaje es sombr¨ªo.
Apenas una hora antes de la final, Ron Ballatore, su consejero en la universidad de Florida State, todav¨ªa confiaba en Mart¨ªn. El veterano entrenador sab¨ªa que no hay un nadador dominante en la prueba. No hay un Roland Mathes, un John Naber, un Rick Carey, los precursores de Mart¨ªn L¨®pez Zubero. Son tiempos de transici¨®n que pod¨ªa aprovechar el nadador espa?ol para colarse entre los medallistas. As¨ª lo cre¨ªa Ballatore. Pero las series eliminatorias dec¨ªan lo contrario. Mart¨ªn s¨®lo hab¨ªa podido conseguir el sexto mejor tiempo. Era un mal s¨ªntoma.
La carrera result¨® dolorosa para L¨®pez Zubero. Brian Bridgewater domin¨® la prueba desde la salida. Sali¨® como un cohete, demasiado r¨¢pido para que le pudiera seguir Mart¨ªn, un nadador que siempre ha tenido sus mayores dificultades en el primer tramo. Bridgewater pag¨® los primeros 50 metros por debajo del r¨¦cord del mundo y pr¨¢cticamente desmoron¨® la prueba. Fue un s¨¢lvese quien pueda. En la s¨¦ptima calle, sin referencias, L¨®pez Zubero nad¨® contra el tiempo y contra los rigores de su cuerpo. Ya no tiene la frescura para recuperarse de un latigazo como el de Bridgewater.
Todo su trabajo estuvo dedicado a mantener el tipo. Durante alg¨²n momento alcanz¨® el quinto puesto, pero su brazada era trabajosa. No pod¨ªa acercarse a los primeros y debi¨® comprender que la medalla se hac¨ªa imposible. Perdi¨® gas y probablemente ilusi¨®n. Para un hombre que siempre ha estado en la cima o a un paso, debi¨® ser muy dif¨ªcil el ¨²ltimo largo de la carrera, el ¨²ltimo de una larga y espl¨¦ndida historia como nadador: el m¨¢s grande que ha dado nuestro deporte.
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