Solo en casa...de Wendy
Fue a 'sumergirse' en ingl¨¦s con una familia de Washington y se hart¨® de no hablar con nadie
. Tiene los ojos oscuros y el pelo negro, y no se llama nada parecido a Macaulay. Se llama Nu?o Mayoral Tecedor. Tiene 16 a?os, es de Madrid y este curso ha estudiado tercero de BUP. La verdad es que lo ¨²nico que Nu?o tiene en com¨²n con el travieso rubio Culkin es que, como ¨¦l, ha vivido la aventura, aunque nada apasionante en su caso, de pasar una semana solo en casa. Sucedi¨® en Washington, y su peripecia personal ha merecido un reportaje de tres minutos en el Canal 7 de la televisi¨®n local emitido el pasado 23, el mismo d¨ªa en que Nu?o emprendi¨® el vuelo de regreso a Espa?a.
Los padres de Nu?o contactaron el pasado mes de marzo, en el Sal¨®n del Estudiante Aula 96, con la empresa EF Cursos Ling¨¹¨ªsticos y se interesaron por su programas US Explorer. B¨¢sicamente, ¨¦ste consistir¨ªa en una estancia de un mes en Estados Unidos -en su caso en Washington- conviviendo con una familia.
"Nuestro personal local", informaba EF en su folleto de propaganda, "se encargar¨¢ de seleccionar cuidadosamente para ti una familia anfitriona adecuada. Ellos te presentar¨¢n amigos y familiares con los que tendr¨¢s que practicar el idioma, es decir, te sumergir¨¢s en el aut¨¦ntico 'estilo de vida americano', y aunque es un curso sin clases, la convivencia continuada con tu familia har¨¢ que tu nivel de ingl¨¦s progrese sin que apenas te des cuenta".
Los padres de Nu?o pagaron 227.000 pesetas a EF, pero la "familia seleccionada" result¨® ser, en realidad, Wendy Daugerty, una mujer soltera, de 27 a?os, que trabaja por las ma?anas en un bufete de abogados y por las tardes en un restaurante, por lo que la mayor parte del d¨ªa Nu?o habr¨ªa de pas¨¢rselo solo en casa. Como los padres no consiguieron de EF que se pusiera remedio a la situaci¨®n, decidieron repatriar a Nu?o, quien el pasado mi¨¦rcoles, apenas una semana despu¨¦s de Su viaje a Washington, v¨ªa Nueva York, estaba de regreso en Madrid.
La madre de Nu?o, Rosa Tecedor, considera que ¨¦ste es un caso de "flagrante incumplimiento de contrato porque", seg¨²n explica, "la esencia del programa US Explorer es la convivencia del ni?o con una familia americana, algo totalmente distinto de lo que represent¨®, en la pr¨¢ctica, Wendy, la persona que alberg¨® a Nu?o, dado que sus circunstancias personales hac¨ªan pr¨¢cticamente imposibles los objetivos del programa".
Tecedor quiere pasar por alto que se le comunicara el nombre y direcci¨®n de la familia, que supuestamente iba a acoger a Nu?o en su casa, el pasado d¨ªa 12, es decir s¨®lo dos antes del se?alado para su salida hacia Estados Unidos y que luego resultara que ¨¦sa no ser¨ªa la familia anfitriona, sino la buena, voluntariosa, y solitaria, Wendy Daugerty. Estar¨ªa dispuesta a pasar todo por alto, menos el hecho de que Nu?o se viera condenado a pasar todos los d¨ªas del mes solo en casa, viendo la televisi¨®n o improvisando salidas espor¨¢dicas a museos o tiendas, o al cine, sin un plan familiar concreto que llevarse a su aburrida vida, y sin hablar con nadie.
Eso s¨ª, Wendy, seg¨²n cuenta el propio Nu?o, es una persona "encantadora y amabil¨ªsima", que en todo momento dio muestras de tener la mejor disposici¨®n personal para contribuir a la "inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica" de su joven hu¨¦sped. El problema es que no dispon¨ªa de tiempo para ello; s¨®lo los fines de semana. Bueno, y el rato de la cena, en el propio restaurante donde ella trabaja, hasta el cual acud¨ªa Nu?o, siempre solo, alrededor de las 11 de la noche.
La familia Mayoral Tecedor ha reclamado a EF la devoluci¨®n del dinero pagado por incumplimiento de contrato, pero adem¨¢s quiere advertir a otras familias para que se aseguren por todos los medios de que lo que se promete en este tipo de programas se cumple.
A Andr¨¦s Lomander, directivo de EF en Madrid, le sorprende que la familia de Nu?o haya contado su frustrada aventura americana a la prensa. Dice que no ser¨ªa justo que un caso aislado como este sirviera para desacreditar a una empresa que gestiona eficazmente cursos y programas ling¨¹¨ªsticos para "cientos y cientos" de j¨®venes (no precisa cu¨¢ntos porque es un "dato confidencial", matiza) y, aunque admite que pueden haberse producido "errores" en el caso de Nu?o, apunta que ellos est¨¢n siempre dispuestos a solucionar amistosamente los fallos, cuando ¨¦stos se dan.
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