"Si prosiguen, puede haber unos 20 muertos"
El doctor Hatar¨ª Sener, un prestigioso anestesista de Estambul, visit¨® el pasado viernes, junto con otros 17 m¨¦dicos, la c¨¢rcel de Bayrampasa, a las afueras de la ciudad del B¨®sforo. Por primera vez, los izquierdistas en huelga de hambre aceptaron entrevistarse, con un comit¨¦ humanitario, pero ninguno quiso ser atendido por los m¨¦dicos.Todav¨ªa impresionado tras su recorrido por el penal ,durante el cual hab¨ªa muerto el preso Tah sin Yilmaz, de 36 a?os, y el forense del comit¨¦ s¨®lo pudo limitarse a certificar su defunci¨®n-, el doctor Sener relataba el mismo viernes su visita a Bayrampasa. "Nos hab¨ªan advertido que pod¨ªamos ser tomados como rehenes, pero no pas¨® nada y el di¨¢logo con los presos fue abierto. Ten¨ªa sospechas sobre la libertad de decisi¨®n de los huelguistas, que pod¨ªan estar siendo controlados por la direcci¨®n de sus organizaciones pol¨ªticas, pero mis conversaciones con ellos me hicieron cambiar de opini¨®n. Las versiones oficiales son falsas. Todos han emprendido la huelga de hambre con libertad, y est¨¢n dispuestos a poner fin a su protesta en cuanto logren que se derogue el decreto del 5 de mayo [que prev¨¦ su traslado a otros centros penitenciarios en r¨¦gimen de aislamiento]".
El doctor Sener asegura que 47 reclusos siguen una huelga de hambre total -s¨®lo beben un poco de agua-, desde hace 69 d¨ªas. Diecisiete de ellos, incluidas siete mujeres, se encuentran en estado muy grave. "Dentro de pocos d¨ªas su situaci¨®n ser¨¢ irreversible. La mayor¨ªa puede morir r¨¢pidamente a causa de insuficiencia renal, infecciones pulmonares o hepatitis", explica. "Tres ya est¨¢n agonizando: inconscientes, sin reflejos y con la mirada apagada. Otros muchos tienen los ojos vendados, ya que no soportan la luz. Si el movimiento de huelga de hambre prosigue, puede producirse una veintena de muertes en los pr¨®ximos d¨ªas", advierte Sener.
El doctor Sener asegura, por ¨²ltimo, que los m¨¦dicos turcos est¨¢n dispuestos a ayudar a los presos, pero no a violar las normas deontol¨®gicas de su profesi¨®n: "Nuestros principios nos obligan a respetar la voluntad de los detenidos de no ser atendidos".
( Le Monde ) EL PA?S.
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