Los Juegos continuan
LOS TERRORISTAS estaban dentro del recinto ol¨ªmpico. La explosi¨®n de una bomba en pleno centro del parque Centenario de Atlanta convirti¨® ayer en tr¨¢gica realidad esa terrible sospecha, reforzada por el todav¨ªa no aclarado suceso del avi¨®n de la TWA que en v¨ªsperas de los Juegos estall¨® en el aire y se precipit¨® en aguas del Atl¨¢ntico. Los dos muertos y el centenar largo de heridos que ocasion¨® el atentado de ayer marcan con sangre unos Juegos Ol¨ªmpicos deportivamente impecables, pero empa?ados desde su inicio por demasiados problemas organizativos.Los Juegos contin¨²an. ?sa ha sido la inmediata decisi¨®n del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional. (COI) tras el atentado. Pero ya no ser¨¢n lo mismos. La ruptura de su sistema de seguridad no dejar¨¢ de influir en su desarrollo. Todo un ej¨¦rcito de 35.000 agentes no pudo evitar que los terroristas -aut¨®ctonos o no- rompieran las f¨¦rreas barreras de seguridad y actuaran en el coraz¨®n mismo de los Juegos, en el centro de Atlanta. Esa evidencia disparar¨¢ todav¨ªa m¨¢s, como es l¨®gico, los mecanismos de seguridad, que en muchos lugares ya eran aut¨¦nticamente asfixiantes. ?Hasta: qu¨¦ punto influir¨¢ en el rendimiento deportivo de los atletas y en el comportamiento de las gentes que siguen con pasi¨®n su emocionante pugna por un lugar en el podio? S¨®lo cabe esperar que la bomba de Atlanta y el estallido del avi¨®n de la TWA no provoquen una espiral de histeria en la Administraci¨®n norteamericana, siempre tentada de trasladar hacia fuera la autor¨ªa de cualquier atentado. No parece que el presidente Clinton haya contribuido a recuperar la sensatez con esa primera declaraci¨®n en la que se ha pronunciado por la pena de muerte para los autores del atentado.
La vulnerabilidad de los Juegos Ol¨ªmpicos, la utilizaci¨®n criminal de un espect¨¢culo de alcance universal, es una hip¨®tesis que nunca se puede descartar., Al, fin y al cabo, el terrorismo busca por encima de todo. el m¨¢ximo impacto con el m¨ªnimo riesgo. Los primeros en descubrir el valor de la competici¨®n ol¨ªmpica como plataforma de propaganda fueron los pol¨ªticos totalitarios, y muy concretamente Adolf Hitler en los Juegos de Berl¨ªn.de 1936. Luego llegaron los terroristas con el terrible atentado de M¨²nich en 1972. Estos Juegos de Atlanta, dise?ados con. criterios de rentabilidad empresarial y de explotaci¨®n comercial, parec¨ªan estar totalmente limpios de cualquier secuela de la guerra fr¨ªa y lejos de toda emulaci¨®n ideol¨®gica. No han podido librarse, sin embargo, de la amenaza terrorista.
Con este atentado de por medio, los graves problemas de transporte y de comunicaciones que han empa?ado la imagen de Atlanta pasan a un segundo orden. Pero no podr¨¢n dejar de tenerse en cuenta con vistas a futuras ediciones de otros Juegos. En "el mayor acontecimiento en tiempo de paz desde la Segunda Guerra Mundial"-seg¨²n la hip¨¦rbole de un miembro del comit¨¦ organizador ha habido problemas de transportes, de informaci¨®n, de servicios en general para deportistas, periodistas y p¨²blico. El ejemplo de la civilidad ol¨ªmpica de Barcelona brilla ahora con luz propia, cuatro a?os despu¨¦s de que el arquero encendiera el pebetero.
Los de Atlanta son, verdaderamente, los primeros Juegos de la era digital. Los avances tecnol¨®gicos que se exhiben son notorios, pero tambi¨¦n lo son sus fallos. En Internet, ¨²ltimo legado norteamericano al mundo, los resultados de las pruebas han estado llegando con dos d¨ªas de retraso. La introducci¨®n de las nuevas maravillas tecnol¨®gicas sin una suficiente experimentaci¨®n ha terminado a menudo en desastre. Los sistemas inform¨¢ticos de Barcelona 92 se ensayaron un a?o antes y funcionaron a la perfecci¨®n. No as¨ª los de Atlanta, cuyos sistemas integrados de medici¨®n Y transmisi¨®n promet¨ªan ser una maravilla que permitir¨ªa el conocimiento simult¨¢neo de todos los resultados en cualquier terminal inform¨¢tica conectada al sistema de los Juegos.
Pero estos problemas, que motivaron una declaraci¨®n cr¨ªtica bastante desacostumbrada del presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, han pasado a segundo t¨¦rmino tras el a tentado terrorista de ayer, al que se ha dado la ¨²nica respuesta posible: los Juegos de Atlanta contin¨²an,
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