Rivas sopla sus 37 velas

Fernando Rozas tiene 37 a?os, los mismos que Rivas-Vaciamadrid (20.777 habitantes), el pueblo donde naci¨® y todav¨ªa reside. "Somos de la misma quinta", bromea en la fiesta de cumplea?os del municipio. "Tras la guerra no qued¨® nada, y Regiones Devastadas levant¨® en 1959 un nuevo ayuntamiento, una iglesia y veinte casas. Lo que hoy es el casco", explica Agust¨ªn S¨¢nchez, que a sus 71 a?os es el invitado de m¨¢s edad en la fiesta de aniversario organizada por la asociaci¨®n de vecinos Centro Urbano. La cita fue el s¨¢bado al filo de la medianoche en la plaza de la Libertad: cena comunitaria, a la que cada uno aporta su especialidad, cumplea?os feliz tocado por la orquesta y tarta con felicitaciones en letras de chocolate junto a una "licencia po¨¦tica" del pastelero, un pueblo entre palmeras.Mientras los invitados degustan las viandas, Antonio Serrano, maestro y ex alcalde, 51 primaveras, se remonta a 1846, "cuando se juntaron dos pueblos, Vaciamadrid del Olivar y Rivas del Jarama, gobernados por dos caciques, uno conservador y otro liberal, que tras cada comicio mudaban el Ayuntamiento al territorio del vencedor".

"En la batalla del Jarama el pueblo estaba en primera l¨ªnea de frente y qued¨® destruido. Regiones Devastadas decidi¨® levantarlo al otro lado de la carretera", apunta Antonio Mart¨ªnez, que se jacta de haber instaurado la fiesta de cumplea?os hace doce julios, cuando era alcalde.

Anastiasio Ricote -"soy de Madrid", se disculpa- ayud¨® a levantarlo. Era camionero y le pagaban 35 duros por cada viaje en el que transportaba los materiales con los que se edific¨® el nuevo Rivas: morro, un ¨¢rido para el drenaje del suelo extra¨ªdo de las graveras de los alrededores, y ladrillos y tejas de la f¨¢brica Cebri¨¢n, que estaba entre Arganda y Loeches.

Rozas naci¨® el 13 de julio en el Porcal, una finca agr¨ªcola del t¨¦rmino donde su padre regentaba un ultramarinos y que hoy es una gravera, diez d¨ªas antes de que el ministro de la Vivienda inaugurara el nuevo Rivas-Vaciamadrid. "Trajeron ¨²nos arbolitos, flores y gente para que aplaudiera, y llenaron con agua de Madrid el dep¨®sito hasta que se fue el ministro", recuerda S¨¢nchez.

Los cumplea?os del pueblo animan a sus vecinos. "Sirven para unirnos, deber¨ªa venir m¨¢s gente de las urbanizaciones", sentencia Ricote mientras las mujeres reparten la tarta y la orquesta toca el cumplea?os feliz.

"Aqu¨ª vives tranquilo y tienes Madrid a 15 kil¨®metros. Pero lo van a estropear", comenta Rozas refiri¨¦ndose al crecimiento del pueblo. "Junto al casco, varias cooperativas construyen 700 viviendas", concluye. La tarta tendr¨¢ que ser cada vez m¨¢s grande.