Sin aviso a los diplom¨¢ticos

P. O.Cincuenta de los 103 inmigrantes expulsados de Espa?a por la v¨ªa de urgencia con cargo a los fondos reservados recalaron en Guinea Bissau. Este dato era desconocido por los diplom¨¢ticos espa?oles de la zona hasta hace unas horas. O as¨ª lo manifestaban. Un alto funcionario espa?ol confiaba su duda: "No s¨¦ de d¨®nde han sacado que ah¨ª en Bissau hay 50 de los expulsados, nuestras noticias son que s¨®lo hay 22".

El misterio se resuelve as¨ª. De Canarias sali¨® un avi¨®n con 22 inmigrantes con destino al aeropuerto de Bissau. Despu¨¦s de algunas gestiones -en las que particip¨® el embajador espa?ol en Senegal y el c¨®nsul honorario en Dakar-, las autoridades locales aceptaron que los inmigrantes bajaran. Sin m¨¢s tr¨¢mites ni m¨¢s justificaci¨®n -no eran sus s¨²bditos ni hab¨ªan cometido delito alguno en su territorio-, los encerraron en unas dependencias anejas al Ministerio del Interior. All¨ª han estado durante m¨¢s de un mes, alternando el cautiverio con la libertad cuando ten¨ªan unos cuantos pesos para sobornar a los guardias.

Otro de los aviones militares hab¨ªa volado hasta Camer¨²n. Y all¨ª fue donde recibieron el no m¨¢s rotundo de toda la operaci¨®n. Ni los inmigrantes quer¨ªan bajar, ni las autoridades del aeropuerto asumieron el conflicto. As¨ª que, con el buen precedente de Bissau, el comandante recibi¨® la orden de volar a la capital de Guinea. Una vez que el camino estaba abierto, s¨®lo hubo que engordar la bolsa. Deb¨ªa de ser tarde, porque ni los militares ni los agentes de la Unidad de Intervenci¨®n Policial que viajaban a bordo se molestaron en avisar de nuevo a los representantes diplom¨¢ticos.