20 A?OS EN LO P?BLICO

El primero que lo fich¨® fue Rodolfo Mart¨ªn Villa, all¨¢ por el a?o 1978. Ten¨ªa entonces Miguel Cuenca 27 a?os y estaba como inspector de Trabajo en Melilla. Fue el primer delegado del Gobierno en aquella ciudad, rompiendo la tradici¨®n militar que situaba al jefe de la guarnici¨®n en ese cargo. Su ¨²ltimo destino en la cosa p¨²blica ha sido como vicepresidente de T¨¦neo, de donde ha salido -"de mutuo y feliz acuerdo", matiza- con la llegada del PP, casi 20 a?os despu¨¦s. En Melilla estuvo ocho meses y de all¨ª pas¨® a Las Palmas, como delegado de Trabajo. Este andaluz, defensor hasta casi la pesadez de su Lucena natal, se vio abocado a la vida p¨²blica, como ¨¦l dice, "sin pensarlo, sin pedirlo y sin comerlo ni beberlo".Cuando se quiso dar cuenta, estaba de director general de Empleo con Rafael Calvo como ministro de Trabajo. Y con 30 a?os reci¨¦n cumplidos, el sucesor de Calvo, Santiago Rodr¨ªguez Miranda, le elevaba a subsecretario de Trabajo. De su paso por el ministerio empresarios y sindicalistas destacan el afecto que supo despertar en unos y otros. Tal vez porque, sin restar eficacia, convirti¨® las pesad¨ªsimas negociaciones con patronal y sindicatos en encuentros de amigos. Algunos mencionan tambi¨¦n su facilidad para contar con especial gracejo chistes viej¨ªsimos e infames.

El triunfo del PSOE en 1982 supuso su cese como subsecretario. Pero los mismos que le cesaron le nombraron director de Relaciones Industriales del INI. Miguel Cuenca ha permanecido 10 a?os en el INI-T¨¦neo, en la etapa m¨¢s apasionante del instituto p¨²blico. No tiene nostalgia. Ahora dice que "me buscar¨¦ la vida abriendo mi propio bufete".

Tiene p¨¢nico a subir en un avi¨®n. Un periodista contaba c¨®mo en un vuelo Cuenca le despert¨® indignado y aterrado porque el periodista se hab¨ªa dormido y le hab¨ªa dejado solo en el trance. Pero deber¨ªa estar acostumbrado a los sustos ya que siempre ha sido seguidor resignado del Atl¨¦tico de Madrid, club del que lleg¨® a ser directivo con Vicente Calder¨®n. Suarista convencido, nadie sabe muy bien por qu¨¦ despierta esos amores en sindicalistas, empresarios y partidos que no son el suyo. Cuando Mart¨ªnez Noval era ministro socialista, le propuso para presidir el Consejo Econ¨®mico y Social. Y el tambi¨¦n socialista Manuel Chaves le ofreci¨® la consejer¨ªa de Trabajo e Industria en esta legislatura. ?Y ahora? Son muchos 20 a?os. "Vamos a ver qu¨¦ hay ah¨ª fuera, en lo privado". Y se ha marchado.-