?Podr¨¢n escucharse alguna vez las 12 canciones in¨¦ditas de Michael Jackson? La disputa entre una casa de subastas y sus herederos lo pone dif¨ªcil

Como si de un reality americano de serie B se tratara, todo empez¨® con un polic¨ªa jubilado abriendo el port¨®n de un trastero. Eso fue el pasado mes de diciembre, cuando el antiguo agente de carreteras Gregg Musgrove, de 56 a?os, acudi¨® a un espacio de almacenamiento que un socio suyo acababa de comprar en Van Nuys, al norte de Los ?ngeles (California). Iba a echar un vistazo a lo que hab¨ªa dentro y ver si encontraba alg¨²n tesoro. Y vaya si lo encontr¨®. Musgrove se dio de bruces con todo un fest¨ªn: objetos que hab¨ªan pertenecido nada menos que a Michael Jackson. La guinda del pastel era un par de cintas de casete con una docena de grabaciones in¨¦ditas del cantante, fallecido en 2009. El polic¨ªa retirado cont¨® su periplo sobre el trastero, que hab¨ªa pertenecido al productor musical Bryan Loren, en la prensa especializada, y esta se hizo eco de la importancia de algunas de las canciones grabadas, que datan de entre 1989 y 1991. Sin embargo, ahora la historia ha dado un paso m¨¢s all¨¢, con una velada disputa que puede llegar incluso a los tribunales.

La cuesti¨®n es que esas cintas encontradas en el trastero abandonado del valle de San Fernando son ahora el centro de una venta millonaria. Una casa de subastas especializada en m¨²sica, llamada Gotta Have Rock and Roll y con sede en Nueva Jersey, al este de EE UU, saca a la venta tres de esos casetes con 12 canciones in¨¦ditas este mi¨¦rcoles 19 de febrero. El precio de partida son unos estimables 85.000 d¨®lares, pero prev¨¦n que alcance los 100.000, los 150.000 e incluso los 200.000 d¨®lares. Sin embargo, quien se haga con esas cintas tendr¨¢ que hacerlo solo en calidad de coleccionista, porque la reproducci¨®n de la m¨²sica est¨¢ prohibida. ¡°Hay un enorme inter¨¦s, los fans de Michael Jackson est¨¢n como locos por sus recuerdos. Matar¨ªan por material in¨¦dito. Quien se lo lleve ser¨¢ muy afortunado y feliz¡±, asegura a EL PA?S el presidente de la casa de subastas. Pero ?tanto como para gastarse m¨¢s de 100.000 d¨®lares en una cinta que no se puede escuchar en p¨²blico?

T¨¦cnicamente, las cintas no se pueden escuchar p¨²blicamente; es decir, el propietario podr¨ªa darle al play en un reproductor en privado, pero no podr¨ªa emitirla en una radio, por ejemplo, ni darla a escuchar de manera masiva. La web de las subastas lo aclara as¨ª: ¡°Hacemos hincapi¨¦ en que esta colecci¨®n se vende ¨²nicamente como un artefacto. No hay derechos de autor de cualquiera de las canciones o materiales en los casetes en este lote. La reproducci¨®n de cualquier contenido de estos casetes est¨¢ estrictamente prohibida, y el comprador lo est¨¢ adquiriendo ¨²nicamente como un artefacto en forma de tres casetes separados¡±. Esa especial insistencia tambi¨¦n viene desde los herederos de Michael Jackson: ellos no est¨¢n de acuerdo con la subasta.

Seg¨²n declaraciones realizadas al medio TMZ, los gestores de la herencia del c¨¦lebre cantante afirman que, en realidad, las cintas son copias de unas grabaciones (llamadas masters) que ellos poseen. Como los originales les pertenecen, y tambi¨¦n sus derechos de reproducci¨®n p¨²blica, quien se haga con las copias de este ¡°formato largamente obsoleto¡±, como lo han llamado en un tono algo despectivo, no podr¨¢ reproducirlos. No solo necesitar¨ªan contar con un aparato espec¨ªfico, sino tambi¨¦n con su permiso. Si esas grabaciones se radiaran o se filtraran podr¨ªa cometerse un delito contra la propiedad intelectual y el caso llegar¨ªa a manos de los abogados.

Sin embargo, eso no parece suponer un problema para los responsables de Gotta Have Rock and Roll, que no se achantan ante los posibles conflictos legales que puedan llegar. De hecho, el presidente de la casa de subastas, Dylan Kosinski, opina que las viejas cintas tienen por ello m¨¢s fuerza, al poder usarse ¨²nicamente para uso privado. Para ¨¦l, el que los herederos de Michael Jackson conserven con tanto celo esos originales les da m¨¢s valor. Cierto es que el hecho de que lo hayan reconocido, que afirmen que son copias, implica que efectivamente el material es aut¨¦ntico e in¨¦dito. Adem¨¢s, en un futuro los herederos del artista tienen derecho a lanzarlo (algo que ya ocurri¨® en 2010), y entonces el poseedor de las cintas ser¨ªa el primero en haber podido acceder a su contenido.

En declaraciones a EL PA?S, el presidente de Gotta Have Rock and Roll asegura que respetan ¡°al m¨¢ximo¡± a los herederos: ¡°Creo que est¨¢n actuando con cautela porque no quieren que nadie haga p¨²blicas estas canciones¡±, reflexiona Kosinski en un correo electr¨®nico, explicando que sabr¨¢n el resultado final de la subasta el pr¨®ximo 7 de marzo, cuando esta se cierre. ¡°Lo entiendo perfectamente y lo respeto. Dejamos claro que quien compre este artefacto no podr¨¢ reproducir, distribuir ni divulgar el contenido de las cintas. Dicho esto, es un artefacto incre¨ªble este que vamos a subastar¡±.

Las cintas se subastar¨¢n junto a una fotograf¨ªa de Jackson firmada por ¨¦l mismo, y entre las canciones est¨¢n algunas como 7 digits, vieja conocida de los fans pero nunca lanzada, en una versi¨®n temprana y muy larga. Dura casi 16 minutos; de hecho, la primera parte est¨¢ grabada en la cara A y su continuaci¨®n en la cara B. Hay otros temas nunca lanzados ni filtrados, como Serious Effect, Call It Off, All The Truth You Need o Don¡¯t Believe It; tambi¨¦n otros de los que se han conocido algunos pedazos, como She Got It o Work, con su hermana Janet Jackson. En un tercer casete hay tambi¨¦n una versi¨®n muy corta, de apenas 15 segundos, del cl¨¢sico tema San Francisco cantado a capella por Jackson.

El enorme legado del m¨²sico est¨¢ gestionado por una fundaci¨®n. Aunque cuando falleci¨® ten¨ªa millonarias deudas, entre ellas con el fisco estadounidense ¡ªlos documentos judiciales estimaron el pasado verano que de unos 500 millones de d¨®lares¡ª, con el tiempo se ha ido convirtiendo en una de las figuras m¨¢s ricas tras su muerte. Sin embargo, ni su madre ni sus tres hijos pueden disponer de sus bienes. Los j¨®venes Prince, de 28 a?os, Paris, de 26, y Bigi, de 22, as¨ª como, Katherine Jackson, su madre, de 94, tendr¨¢n que esperar hasta que tanto su testamentar¨ªa como el IRS, el organismo tributario y de recaudaci¨®n fiscal estadounidense, resuelvan una disputa pendiente desde hace a?os acerca del valor de su patrimonio.