Lo que importa es el b¨¦isbol

Estados Unidos es un pa¨ªs tan particular que Carl Lewis casi no es nadie. Comparado con cualquier jugador de f¨²tbol americano, b¨¦isbol, baloncesto o hockey sobre hielo es un tercera divisi¨®n. "?Los Olympics? Bueno, est¨¢n aqu¨ª, han puesto una bomba, pero si quiere que le diga la verdad no me interesan lo m¨¢s m¨ªnimo. En realidad me molestan porque el tr¨¢fico est¨¢ hecho un desastre y m¨¢s todo el FBI que ha venido. Pero a m¨ª lo que me m¨¢s me fastidia es que ayer los Braves perdieron otro partido en San Francisco. Est¨¢n peor que el a?o pasado y no s¨¦ si van a ganar otra vez las Series Mundiales". Quien habla as¨ª es John O'Connor, un correcto ciudadano de Atlanta, de origen irland¨¦s, que ama el b¨¦isbol sobre todas las cosas. Y a los Braves. Vamos, un hincha de Ted Turner, el due?o de la CNN y del equipo, y de su mujer, Jane Fonda. Los Braves se fueron inmediatamente antes de comenzar los Juegos a jugar partidos fuera del estadio Fulton, ocupado por el b¨¦isbol ol¨ªmpico para los Juegos. No volver¨¢n hasta el 6 de agosto, dos d¨ªas despu¨¦s de la clausura, para jugar tres partidos con Filadelfia en el escenario que desaparecer¨¢ para ser aparcamiento del nuevo estadio ol¨ªmpico, su pr¨®xima sede. Antes, en un periplo impresionante de 9.000 kil¨®metros, recorriendo dos veces el pa¨ªs de lado a lado, han jugado ya partidos en Houston, San Luis y San Francisco, y les queda todav¨ªa hacerlo en San Diego y Los ?ngeles.O'Connor ni siquiera vio por televisi¨®n la derrota por 10-8 del equipo norteamericano ante Cuba, el mejor equipo fuera del b¨¦isbol profesional. "Si quieren jugar de verdad que lo hagan con los buenos. Ya ver¨ªan entonces", dice. La Federaci¨®n Internacional de B¨¦isbol cometi¨® hace unos meses el desatino de no permitir la participaci¨®n de jugadores de las Ligas Profesionales norteamericanas en los Juegos. Mientras el baloncesto (desde Barcelona) o el hockey- hielo (empezar¨¢ en Nagano 98) ya lo han hecho, aqu¨ª se ha producido la rid¨ªcula situaci¨®n de que en el pa¨ªs del b¨¦isbol y en la ciudad del equipo campe¨®n no Juegan los mejores. Por eso el estadio Fulton se ha llenado, pero de cemento. Un absurdo, como tambi¨¦n le ha parecido a Samaranch, el gran propulsor de abrir todas las puertas al gran espect¨¢culo. "Pero ellos se lo pierden", ha llegado a decir. "No se puede en el deporte actual ir de anticuados. Al final acabar¨¢n abriendo las puertas, pero han perdido una gran oportunidad". Irrecuperable, sin duda. Cuba es el campe¨®n mundial invicto desde hace a?os y muy probablemente va a ser de nuevo el ganador ol¨ªmpico.Adem¨¢s de un Dream Team de Estados Unidos podr¨ªan hacerse tres o cuatro m¨¢s en M¨¦xico (Javier L¨®pez est¨¢ en los Braves), Puerto Rico (con los Alomar, por ejemplo), Venezuela (con Cede?o y Vizquel) o Rep¨²blica Dominicana (Sosa y Mesa, entre otros). S¨®lo quedar¨ªan fuera todos los cubanos hu¨ªdos. El lanzador Rolando Arrojo ha sido el ¨²ltimo en quedarse. Los Braves estar¨¢n encantados de recibirlos. Y O'Connor, si as¨ª vuelve a ganar las Series Mundiales, tambi¨¦n.