Un borr¨®n lamentable

El nuevo Gobierno ha puesto en pr¨¢ctica algunas medidas excelentes. Por mencionar una reciente, la apertura de los hospitales militares a civiles. Con medidas as¨ª se satisface el voto de confianza que todos los ciudadanos deben poner en un Gobierno democr¨¢ticamente elegido. Lamentablemente, tambi¨¦n ha ca¨ªdo un borr¨®n en esta p¨¢gina inicial. Me refiero a la expulsi¨®n irregular de 103 inmigrantes africanos.Si se confirman las denuncias del Sindicato Unificado de Polic¨ªa, se ha cometido un atropello de car¨¢cter claramente racista y hasta criminal. Las connotaciones racistas quedan claras en el hecho de que se ha repatriado a algunos de estos individuos a pa¨ªses que no eran los suyos (al parecer, incluso a base de pagar sobornos).

La idea parece haber sido librarse de ellos como fuera, y como a fin de cuentas son todos negros, qu¨¦ m¨¢s da d¨®nde los dejemos y en qu¨¦ situaci¨®n.

No s¨®lo eso, sino que, seg¨²n se ha denunciado, se les drog¨® sin su consentimiento ni autorizaci¨®n m¨¦dica cualificada con f¨¢rmacos sedativos, poniendo potencialmente su salud en peligro.Y a ello hay que a?adir el atentado contra la salud de los mismos agentes que participaron en la operaci¨®n. Estos, al parecer, ingirieron tambi¨¦n el f¨¢rmaco accidentalmente, y adem¨¢s fueron enviados a esos pa¨ªses sin las debidas prevenciones sanitarias.

Si las investigaciones en curso confirman todo lo mencionado, es dif¨ªcil concebir m¨¢s flagrante violaci¨®n de la legislaci¨®n nacional e internacional, y m¨¢s brutal insensibilidad, no s¨®lo hacia la situaci¨®n de esas personas, sino tambi¨¦n hacia el sentir democr¨¢tico y civilizado de los espa?oles. Quien haya pensado que una acci¨®n expeditiva de este tipo -pas¨¢ndose por alto el debido proceso y atentando criminalmente contra la salud de las personas- contar¨ªa con una p¨²blica aquiescencia, c¨®mplice y silenciosa, ha hecho definitivamente un mal c¨¢lculo pol¨ªtico.El Gobierno debe limpiar la p¨¢gina mostrando su determinaci¨®n incuestionable de actuar seg¨²n la ley, y limpiar con ello el prestigio de nuestro pa¨ªs, que este vergonzoso incidente ha ensuciado. Y para eso habr¨¢ que hacer justicia ejemplar y sin concesiones, incluso si ello implica, entre otras cosas, buscar e invitar a esos inmigrantes a volver a Espa?a para ser debidamente compensados por el trato injusto y criminal de que fueron objeto.-