Vacaciones de verano

El se?or Moreno Castillo, en carta al director que le agradezco, llama falacia al hecho se?alado por m¨ª, en art¨ªculo del 20 de julio, de que el a?o escolar del bachiller espa?ol es demasiado corto. Se?or profesor de matem¨¢ticas, declare usted ante colegas europeos que nuestro curso ten¨ªa casi cinco meses de vacaciones de verano (de fines de mayo a despu¨¦s del Pilar, como usted certeramente dice) y ver¨¢ los rostros de la estupefacci¨®n, acaso oir¨¢ una carcajada, porque ellos cuentan las vacaciones por semanas: cinco semanas de verano en Suiza, seis semanas en Alemania. El n¨²mero de los d¨ªas lectivos que resultan, por lo que a la ense?anza secundaria se refiere, es muy otro. Tal vez algunos no vean relaci¨®n de causalidad entre la organizaci¨®n y los resultados y aun la disciplina cotidiana; yo pienso, por el contrario, que la sobrecarga constante, que empieza en el parvulario y termina en los cursos de doctorado, es necesariamente mala. Sobrecarga y molicie a?o tras a?o. Que el curso dure ahora (en secundaria) unos d¨ªas m¨¢s, apenas cambia los t¨¦rminos del problema. De lo dem¨¢s no hablar¨¦, porque la vocaci¨®n es asunto tan ¨ªntimo como transparente y porque la carta al director debe ser breve. .