La convenci¨®n republicana comienza ma?ana con una fuerte divisi¨®n entre extremistas y moderados
El Partido Republicano (PR), que hasta hace unos meses dominaba el panorama pol¨ªtico de EE UU con su mensaje de revoluci¨®n conservadora, llega a su convenci¨®n preelectoral de San Diego dividido sobre el contenido radical de su programa y con poca fe en las posibilidades de su candidato presidencial, el veterano ex senador Robert Dole. Los cuatro d¨ªas en que, a partir de ma?ana, Dole ocupar¨¢ espacio central en la televisi¨®n y los peri¨®dicos ser¨¢n una de sus ¨²ltimas oportunidades de resucitar su mortecina campa?a para las elecciones del pr¨®ximo 5 de noviembre.
Pocos aspirantes a la, Casa Blanca lo han necesitado con tanta urgencia como ¨¦l. Bob Dole tiene una desventaja de unos 20 puntos con respecto al presidente Bill Clinton en la mayor¨ªa de las encuestas. Ese margen, que ni siquiera fue rebajado con la oferta republicana de reducir los impuestos, es aun, mayor entre las mujeres.El fracaso de la candidatura de Dole ha arrastrado ya a todo el PR, que, en una encuesta publicada el pasado jueves por el diario The New York Times, estaba situado por detr¨¢s del Partido Dem¨®crata por primera vez desde las elecciones de 1992. El propio Dole, un hombre sin carisma personal cuya edad (73 a?os) y larga trayectoria pol¨ªtica en el Congreso lo hacen aparecer como un personaje de otra ¨¦poca, es parcialmente responsable del retroceso. Pero tambi¨¦n el partido, atrapado en un radicalismo conservador que lo ha desconectado del centro pol¨ªtico del pa¨ªs, ha contribuido a esta crisis.
Bob Dole ha tratado de controlar la convenci¨®n de San Diego para que de ella surja un mensaje moderado. Pero hasta ahora no lo ha conseguido. "Es la primera vez que he visto a un candidato presidencial que no controle su convenci¨®n. El candidato siempre consigue la plataforma que ¨¦l desea porque es ¨¦l quien va a hacer la campa?a", asegura Clyde Wilcox, un profesor de Pol¨ªtica de la Universidad de Georgetown.
El Aborto
En contra de los prop¨®sitos iniciales de Dole, la plataforma aprobada en la semana previa a la cumbre republicana recoge posiciones tan duras sobre el aborto y la inmigraci¨®n que Pat Buchanan, el pol¨ªtico ultraconservador que desafi¨® a Dole en su lucha por la denominaci¨®n presidencial, ha declarado que sus ideas han triunfado. "No podr¨ªamos estar m¨¢s felices. ?ste, es el tipo de plataforma populista, conservadora y buchanesca que hab¨ªamos so?ado", ha declarado Angela Buchanan, hermana y jefa de campa?a del famoso columnista y comentarista.Pat Buchanan cuyo discurso incendiario resulta excesivo incluso para este PR, no har¨¢ uso de la palabra en la reuni¨®n de San Diego. Pero el prestigioso general Colin Powell, que parec¨ªa ser un arma imbatible cuando anunci¨® su incorporaci¨®n a las filas conservadoras el a?o pasado, ha advertido que, pese a que hablar¨¢ en la convenci¨®n, el car¨¢cter de la plataforma aprobada previamente no har¨¢ c¨®moda su actividad en este congreso. Powell, que renunci¨® a ser candidato a la vicepresidencia, es un moderado que acepta el aborto y respalda las ventajas discriminatorias para las minor¨ªas.
La plataforma republicana ha incluido la prohibici¨®n del derecho al aborto, sin aceptar ning¨²n g¨¦nero de tolerancia para los que opinen de forma discrepante, y ha propuesto una reforma constitucional para impedir que los hijos de inmigrantes ilegales nacidos en Estados Unidos puedan asumir autom¨¢ticamente la nacionalidad norteamericana. Las discrepancias sobre el aborto suponen todav¨ªa una amenaza para la convenci¨®n. Varios republicanos de prestigio, entre ellos los gobernadores de California, Pete Wilson; de Massachusetts, William Weld, y de Nueva Jersey, Christine Todd Whitman, hab¨ªan amenazado con "romper" la convenci¨®n si no se recog¨ªan sus posiciones en favor de la libre decisi¨®n de la mujer. Estas fueron, finalmente, recogidas en un ap¨¦ndice de la plataforma. Pero la divisi¨®n sobre ese punto es tan grave que el presidente de la C¨¢mara de Representantes y l¨ªder moral del partido, Newt Gingrich, dijo esta semana a los delegados que cuando la prensa les pregunte sobre su posici¨®n respecto al aborto deben esbozar una sonrisa y hablar sobre la reducci¨®n de impuestos y el d¨¦ficit.
"La mera existencia de un peligro de enfrentamiento en la convenci¨®n crea una atm¨®sfera de precauci¨®n que impide el di¨¢logo y que le resta a este acontecimiento posibilidades de repercusi¨®n", opina Amy Schenkenberg, del American Enterprise Institute.
Aunque se acalle en la convenci¨®n, el debate sobre el aborto es reflejo del control que un grupo ultraconservador de orientaci¨®n religiosa, la Coalici¨®n Cristiana, ha tomado de las bases del PR en muchos Estados del pa¨ªs. Como ejemplo, en los tres Estados en los que, esta semana se celebraron elecciones primarias republicanas para otros tantos candidatos al Congreso ganaron los aspirantes m¨¢s conservadores y con posiciones m¨¢s duras contra el aborto.
Desventaja
En gran parte por culpa del radicalismo antiabortista, Dole tiene una desventaja respecto a Clinton de 24 puntos entre las mujeres, seg¨²n una reciente encuesta publicada por el grupo feminista Emily's List.Dole ha escogido a una mujer partidaria de mantener el derecho al aborto, Susan Molinari, congresista de Nueva York, como moderadora y oradora principal en la convenci¨®n. Ha sido una de sus pocas victorias personales ante ese acontecimiento, pero insuficiente para reconocerle a Dole autoridad sobre su partido.
La organizaci¨®n de una convenci¨®n, donde todo est¨¢ planificado de antemano y donde cada orador suele poner el ¨¦nfasis en que lo m¨¢s importante es derrotar al candidato del partido rival, hace improbable que surjan sorpresas. Pero Dole necesita hacer algo, "pronunciar un discurso realmente bueno y enviar un mensaje de moderaci¨®n y de tolerancia", seg¨²n Clyde Wilcox, para que esta convenci¨®n no sea, como fue la de hace cuatro a?os en Houston, una pedrada sobre el tejado del propio candidato republicano. En aquella convenci¨®n, donde asom¨® por primera vez con fuerza la corriente extremista, George Bush quem¨® sus opciones de reelecci¨®n.
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