As¨ª est¨¢ la cosa
EL INCREMENTO del 0,1% registrado en el ¨ªndice de precios al consumo (IPC) durante el pasado mes de julio supone un ligero incremento de la correspondiente tasa interanual (3,7% frente al 3,6% del mes pasado), pero puede considerarse un buen registro dado el car¨¢cter excepcional de la contenci¨®n producida en el verano de 1995, dif¨ªcilmente repetible. La inflaci¨®n subyacente se sit¨²a por debajo del ¨ªndice general, lo cual permite mantener la esperanza de alcanzar en diciembre el objetivo del 3,5%. Lo m¨¢s significativo es que por primera vez en 10 a?os (desde octubre de 1986) los precios de los servicios han crecido menos que el IPC general. El diferencial con los tres pa¨ªses menos inflacionistas se mantiene en el entorno del 2,4 registrado en junio.Superado el rebrote del mes de mayo, el IPC ofrece un perfil de moderada bajada, que podr¨ªa, sin embargo, quebrarse en agosto, mes en el que se medir¨¢ el impacto de la subida del impuesto sobre el tabaco y el alcohol. Los expertos calcularon ese impacto en unas tres d¨¦cimas, pero puede ser algo menos a la vista de la decisi¨®n de algunos fabricantes de tabaco de no repercutir la subida en el precio de venta. Otros rasgos del IPC conocido ayer son la superaci¨®n del encarecimiento del pollo y otros alimentos derivado del asunto de las vacas locas y un encarecimiento, seguramente transitorio, del precio de los productos energ¨¦ticos. En conjunto, las expectativas son bastante buenas, especialmente por la buena cosecha esperada (vid, cereales, patatas).
Pero ello no resuelve todos los problemas a los que se enfrenta la econom¨ªa espa?ola. A finales de la pasada semana, el Banco de Espa?a hac¨ªa p¨²blicos los datos del segundo trimestre del a?o. Y aunque el banco emisor piensa que lo peor de la desaceleraci¨®n econ¨®mica ya ha pasado, no hay que olvidar que el crecimiento espa?ol ha ca¨ªdo del 2,3% al finalizar 1995 hasta el 1,9% en junio pasado. Las expectativas de conseguir un mayor dinamismo, alcanzando una tasa comparable al 3% de 1995 est¨¢n descartadas: los expertos considerar¨ªan un resultado aceptable finalizar el ejercicio con un crecimiento en torno al 2,5%.
Para reactivar el crecimiento, la bajada de los tipos de inter¨¦s, aparece como un elemento fundamental. La autoridad monetaria ha rebajado sus tipos de intervenci¨®n del 9% a principios de a?o hasta el 7,25% actual. Pero el Banco de Espa?a piensa que ya no hay mucho margen para nuevos recortes, por lo menos hasta que la evoluci¨®n del IPC en los pr¨®ximos meses permita asegurar que la inflaci¨®n ya no ofrece riesgos. Una posici¨®n discutida por los sindicatos, pero comprensible desde las prioridades de estabilidad de la autoridad monetaria.
La ca¨ªda de las inversiones respecto al a?o anterior, que podr¨ªa descender en torno a los tres puntos reales, junto a la debilidad del consumo privado -el empleo ha mejorado, pero los consumidores no acaban de superar unas expectativas de futuro negativas-, podr¨ªa suponer el riesgo de ralentizar en exceso la econom¨ªa, especialmente cuando los socios comunitarios no atraviesan un momento especialmente boyante. La situaci¨®n determina un peor comportamiento de las exportaciones espa?olas, agravado por la p¨¦rdida de competitividad de nuestras ventas al exterior debido al encarecimiento de nuestra divisa. Un menor crecimiento dificultar¨¢ el eje central de la pol¨ªtica econ¨®mica oficial, tanto del Gobierno anterior como del actual: la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico. El recorte de 200.000 millones de pesetas aprobado por el Gobierno, y que los expertos prefieren definir como una no disponibilidad de cr¨¦ditos presupuestados, aparece como insuficiente para cumplir con los criterios de Maastricht. Y el paquete de medidas fiscales y desreguladoras aprobadas en paralelo tampoco parecen ir en la direcci¨®n de ahorros fiscales.
As¨ª que la gran esperanza blanca para reducir el d¨¦ficit presupuestario es el proceso privatizador; pero sus efectos no s¨®lo dependen de la voluntad del Gobierno, sino de la disponibilidad del mercado de capitales. En este aspecto, el Banco de Espa?a ya ha dado una se?al de alerta sobre la pol¨ªtica de gastos del Gobierno de Aznar, y eso que el d¨¦ficit de caja va mejor que el objetivo anual del - 18,4%. La baja de la rentabilidad de la deuda p¨²blica puede suponer aqu¨ª un sustancial ahorro para el erario. El caso es que Espa?a contin¨²a sin cumplir los cuatro criterios b¨¢sicos de convergencia fijados en Maastricht (inflaci¨®n, tipos de inter¨¦s, d¨¦ficit p¨²blico y deuda).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Presupuestos Generales Estado
- Opini¨®n
- Empresas p¨²blicas
- Privatizaciones
- Deuda p¨²blica
- Finanzas Estado
- Presidencia Gobierno
- Tipos inter¨¦s
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Financiaci¨®n d¨¦ficit
- Sector p¨²blico
- Cr¨¦ditos
- Indicadores econ¨®micos
- D¨¦ficit p¨²blico
- Parlamento
- Servicios bancarios
- Finanzas p¨²blicas
- Empresas
- Administraci¨®n Estado
- Banca
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa
- Finanzas
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica