580 kilos de p¨®lvora cerca del arte
San Lorenzo recobra los fuegos artificiales junto al monasterio
Tras una pausa de dos a?os, el resplandor de los fuegos artificiales alumbr¨® de nuevo el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Unas 3.000 personas recuperaron la lonja en la noche del 15 al 16 de agosto para presenciar los fuegos artificiales como colof¨®n de las fiestas, locales del patr¨®n san Lorenzo.Carcasas, candelas romanas, volcanes y dem¨¢s tipos de cohetes, instalados en decenas de lanzaderas, fabricados con 540 kilos netos de p¨®lvora y conectados entre s¨ª por unos sesenta metros de mecha, inundaron de fuego la noche. A las doce de la noche comenz¨® el espect¨¢culo. Las luces del monasterio se apagaron.
Las pandillas veraniegas de j¨®venes, familias con ni?os, gente mayor y los turistas que abarrotaban la lonja dejaron de comer pipas, golosinas o de beber copas para clavar su mirada en la noche. Entonces, un primer cohete rasg¨® la oscuridad y se elev¨® unos 250 metros por encima de las cabezas del p¨²blico. Explosion¨® con estruendo. Las palomas que dorm¨ªan en las torres del monasterio perdieron el sue?o, volaron confusas y asustadas. "?Mira, las palomas se han vuelto locas!", le dec¨ªa un zagal de 12 a?os a otro.El petardo de arranque embob¨® a los asistentes. Miraban al cielo con la boca abierta, sus retinas quedaron prendidas en los destellos. La lluvia de estrellas no era para menos. "?Mam¨¢, mam¨¢, mira. ?Va a quemar el monasterio!", le gritaba al o¨ªdo un ni?o cogido en brazos por su madre, cuando un cohete sobrevol¨® cerca de una torre y reg¨® de fuegos el tejado del monasterio. La madre no contest¨®; sigui¨® mirando.
El que s¨ª respondi¨® al posible riesgo que conllevan los fuegos artificiales para el monumento hist¨®rico art¨ªstico fue Mariano Reina, el pirot¨¦cnico que organiz¨® el espect¨¢culo: "Aunque el riesgo de accidente siempre existe, las probabilidades de que ocurra son muy escasas. La trayectoria de los lanzamientos est¨¢ muy medida, las lanzaderas de ahora son muy precisas y el material se fabrica bien para evitar que explote en el suelo en lugar del aire", explic¨®.
En 1993 un cohete penetr¨® en el monasterio rompiendo una ventana y provoc¨® un peque?o incendio. Este incidente hizo que en 1994 se cambiaran los fuegos artificiales por un espect¨¢culo de luces. La gente se enfad¨® por la sustituci¨®n y se manifest¨® frente al Ayuntamiento. En 1995 los fuegos artificiales volvieron a San Lorenzo, pero se celebraron lejos de la lonja, en el campo de f¨²tbol del parque El Bosquecillo. Tras ese intermedio de dos a?os, el jueves pasado, los gurriatos (habitantes de San Lorenzo) y el resto de madrile?os recuperaron la lonja para los fuegos. "Hemos establecido un acuerdo con Patrimonio Nacional [propietario del monasterio] para celebrar aqu¨ª los fuegos", coment¨® el alcalde del PP, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez-Quejo.
"Es que los fuegos artificiales de San Lorenzo, tienen que celebrarse aqu¨ª, en la lonja del monasterio", le dec¨ªa una se?ora a su marido. "Es donde m¨¢s lucen", le contest¨® ¨¦l. "As¨ª debieran ser todoo los a?os", reclam¨® un grito entre la multitud.Al finalizar la pirotecnia, los asistentes aplaudieron con fervor. Algunos j¨®venes, emparejados por vacaciones y acaramelados con su fugaz amor, se besaban tras los fuegos.
El colof¨®n pirot¨¦cnico de las fiestas locales de 1996 estuvo bien organizado y embeles¨® a los espectadores la noche de la virgen de agosto.
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