La familia real brit¨¢nica discute la reforma de la monarqu¨ªa
El palacio de Buckingham confirm¨® ayer que miembros de la familia real, incluida la reina Isabel, debaten "asuntos estrat¨¦gicos" relacionados con la reforma de la monarqu¨ªa. Estos debates entre la casa de Windsor, sus asesores constitucionales y altos funcionarios se celebran un par de veces al a?o en los palacios de Sandringham y Balmoral, donde la familia pasa sus vacaciones. Las "cuestiones estrat¨¦gicas", que el palacio se neg¨® a enumerar, se centran en tradiciones adoptadas a lo largo de los tiempos. Su revisi¨®n sugiere que tanto la soberana como el heredero de la Corona, el pr¨ªncipe Carlos, se hacen eco del da?o que los crecientes esc¨¢ndalos palaciegos causan en la instituci¨®n.Isabel II acept¨®, en 1992, pagar impuestos y financiar los gastos de su familia. Entonces, la lista civil (sueldo con el que el Parlamento s¨²bsidia a la casa de Windsor) qued¨® limitada a tres miembros -la reina, su marido y su madre- y fijada en unos 1.700 millones de pesetas anuales. Cuatro a?os m¨¢s tarde, la jefa de Estado parece dispuesta a renunciar a su salario oficial y vivir de las rentas de la Corona. Esta hip¨®tesis, que presuntamente discute el grupo de trabajo, conducir¨ªa a la "privatizaci¨®n de la Monarqu¨ªa", seg¨²n interpret¨® ayer el acad¨¦rnico, David Slarkey. Mayores consecuencias tendr¨ªa la abolici¨®n del papel de "defensor de la fe" que ostentan los soberanos. "No ser¨ªa conveniente que la reina dejara de ser cabeza de la Iglesia anglicana. Significar¨ªa la separaci¨®n entre Estado e Iglesia y se ver¨ªa como rechazo p¨²blico de la religion", defendi¨® el constitucionalista lord St.John de Fawsley.
Realidad social
El pr¨ªncipe Carlos se inclina, sin embargo, a equilibrar el papel espiritual de la realeza con la realidad social. El Reino Unido es plurirracial y multicultural y, seg¨²n admiti¨® en una entrevista de televisi¨®n, el heredero de la Corona desea ser "defensor de todas las creencias". Antes de cortar la relaci¨®n con la Iglesia anglicana, la casa de Windsor se encamina a reconciliarse con sus subditos cat¨®licos. Por ello, la reina se plantea la posibilidad de permitir a sus descendientes casarse con fieles de la Iglesia cat¨®lica sin que ello suponga la renuncia al trono. Esta reforma ser¨¢ bienvenida por amplios sectores que critican el veto como un agravio contra la poblaci¨®n cat¨®lica -un 9% del pa¨ªs- Los cat¨®licos s¨®lo recibieron el derecho de voto en 1829 por la Emancipation Act.La Ley S¨¢lica no existe en el Reino Unido aunque los descendientes masculinos tienen prioridad sobre las mujeres para acceder a la Corona. La reforma del derecho de sucesi¨®n realzar¨ªa los derechos civiles de los representantes femeninos de la casa de Windsor. La familia real intenta afianzar el futuro de la monarqu¨ªa. Para frenar el creciente ambiente republicano, sus debates anuales deben culminar en reformas institucionales.
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