Uno de cada cuatro coches de la polic¨ªa nacional est¨¢ fuera de servicio por aver¨ªa

Ante este hecho, se barajan varias posibilidades, entre ellas la privatizaci¨®n de los talleres. 'Los mec¨¢nicos que ahora tenemos son polic¨ªas por oposici¨®n, es decir, profesionales de la seguridad que no pueden actuar contra el delito, sino que se les pone reparar coches, y como no hay dinero para piezas, pues no te pueden arreglar el coche a la velocidad que lo har¨ªa un taller privado, donde los tiempos de reparaci¨®n est¨¢n marcados. Si se privatizase el servicio se alcanzar¨ªan os objetivos: sacar a unos 150 polic¨ªas m¨¢s a la calle y reducir los tiempos de reparaci¨®n", indic¨® el portavoz del SPPU.La idea de privatizar los talleres, aunque a juicio de los manos policiales no ha pasado la se embrionaria, podr¨ªa desarrollarse a partir de dos modelos. El primero ser¨ªa que la flota de coches fuese de alquiler y que se renovase cada dos a?os. El segundo plan implicar¨ªa una compra masiva de veh¨ªculos con el compromiso de cambiar el parque m¨®vil cada tres a?os. En ambos casos, la casa suministradora se encargar¨ªa del mantenimiento. Ambas ideas, en opini¨®n del SPPU, aseguran una mejora del parque m¨®vil y de su mantenimiento.

M¨¢s r¨¢pido, m¨¢s caro

La desventaja de la privatizaci¨®n, seg¨²n un responsable policial, reside en el elevado desembolso que implica, un gasto pr¨¢cticamente imposible de afrontar en una ¨¦poca de recortes presupuestarios. En favor del mantenimiento del actual sistema figura, adem¨¢s, su bajo coste en comparaci¨®n con las tarifas privadas. Por t¨¦rmino medio, seg¨²n fuentes policiales, la reparaci¨®n de una aver¨ªa grave cuesta al Estado unas 165.000 pesetas, una mediana 95.000 pesetas y una peque?a unas 35.000.

La principal derivaci¨®n de las aver¨ªas es el descenso en la eficacia policial en una ciudad que posee la tasa m¨¢s baja de resoluci¨®n de casos de Espa?a. "Hay que mejorar el parque m¨®vil, de lo contrario el ciudadano se queda sin el servicio por el que paga. No se puede patrullar con coches destrozados y con m¨¢s de 200.000 kil¨®metros o con furgonetas de hace 10 a?os, como a veces ocurre. Porque luego, adem¨¢s, los coches que peor est¨¢n no son desguazados, sino que son enviados a la ciudades de la periferia y all¨ª apenas dan de s¨ª", indic¨® el portavoz del SPPU.

"Hubo un d¨ªa en la comisar¨ªa de Universidad en que, a falta de coche, los agentes salieron a patrullar a pie. La emisora les llam¨® porque hab¨ªa saltado la alarma de un banco junto al Tribunal Constitucional. Los agentes contestaron que carec¨ªan de un veh¨ªculo para desplazarse y la respuesta de la emisora: 'Ya, ya, pero es que no hay otro'. Los agentes tardaron 20 minutos en llegar", a?adi¨®.

Un paseo por los talleres de la polic¨ªa muestra la penosa situaci¨®n del parque. En las instalaciones, ubicadas en la calle de Francos Rodr¨ªguez, cerca de un centenar de veh¨ªculos aguardan en el aparcamiento a su reparaci¨®n. A algunos les cubre el polvo. En los talleres, polic¨ªas con mono azul, se afanan en el arreglo de cinco coches. A diferencia de los privados, apenas poseen material de diagnosis. Los mec¨¢nicos saludan y al preguntarles c¨®mo va el trabajo, uno contesta: "Pues f¨ªjate, somos cuatro".