Condenado a muerte el ex presidente surcoreano Chun Doo Hwan por el golpe militar de 1979
Un tribunal de Se¨²l conden¨® ayer a muerte al ex presidente surcoreano Chun Doo Hwan, as¨ª como a 22 anos y seis meses de c¨¢rcel a su sucesor, Roh Tae Woo, por su responsabilidad en el golpe de Estado de 1979 y la posterior matanza de m¨¢s de 200 personas en la ciudad de Kwangip. Vestidos con uniforme azul carcelario, los dos ex generales escucharon impasibles la sentencia dictada por tres jueces, con lo que se cierra el primer ciclo del llamado "Juicio del siglo en Corea", y que puede proseguir si ambos apelan en los pr¨®ximos siete d¨ªas. Los medios locales estiman improbable que la pena capital -en la horca- sea ejecutada si el Tribunal Supremo confirma la sentencia, dado que est¨¢ en desuso en Corea del Sur.
El tribunal no acept¨® la petici¨®n de la Fiscal¨ªa, que hab¨ªa exigido cadena perpetua para Roh. Seg¨²n el tribunal, el entonces general Chun Doo Hwan, con el apoyo de Roh Tae Woo, organiz¨® el golpe militar del 12 de diciembre de 1979 que sigui¨® al asesinato del presidente Park Chung Hee, cometido dos meses antes por su jefe de Informaci¨®n. Mediante este golpe Chun se hizo con el control del Ej¨¦rcito, lo que le permiti¨® luego alzarse con la presidencia, puesto que ocup¨® hasta 1988, cuando en que fue sustituido por el tambi¨¦n general Roh Tae Woo.En mayo de 1980, el Ej¨¦rcito, estableci¨® la ley marcial en todo el pa¨ªs, disolvi¨® la Asamblea Nacional e inici¨® las redadas y detenciones de cientos de opositores al nuevo r¨¦gimen, incluido el l¨ªder Kini Dae Jung, lo que multiplic¨® las protestas populares en todo el pa¨ªs. En la ciudad de Kwangju, situada al sur de la capital, millares de estudiantes se lanzaron a la calle para manifestarse contra el golpe. Sus protestas que fueron salvajemente aplastadas por los militares. El tribunal ha hallado culpables a ambos ex dirigentes de los cargos de traici¨®n e insurrecci¨®n por esta maniobra, que dej¨® un saldo oficial de m¨¢s de 200 muertos y un millar de heridos, aunque, seg¨²n los supervivientes, las v¨ªctimas reales se contaron por miles.
"Chun, utilizando su poder militar, fue culpable de montar ambos incidentes... Su ascensi¨®n al poder no puede ser justificada, ya que se produjo de forma ilegal y caus¨® un enorme da?o psicol¨®gico a la poblaci¨®n", afirm¨® el magistrado ponente, Kim Young Il. Seg¨²n Kim, Roh, acusado de complicidad en ambos delitos, podr¨ªa haber sido condenado a la pena capital, pero a la hora de dictar sentencia se tuvo en cuenta su contribuci¨®n al ingreso en la ONU y la democratizaci¨®n del pa¨ªs.
Por la matanza de Kwangju fueron condenados tambi¨¦n otros 14 militares a penas de entre cuatro y 10 a?os de c¨¢rcel, al tiempo que fueron absueltos el entonces comandante Park Joo Pyung, el ex ministro de Defensa Chung Ho Yong Y el ex jefe del Estado Mayor Hwang Young Si.
La sentencia a Chun y Roh incluye tambi¨¦n los delitos de aceptaci¨®n de sobornos y enriquecimiento il¨ªcito por tr¨¢fico de influencias con algunos de los empresarios m¨¢s poderosos del pa¨ªs, por lo que deber¨¢n pagar, respectivamente, 270 y 350 millones de d¨®lares de multa (33.750 millones y 43.750 millones de pesetas).
La absoluci¨®n de algunos procesados ha desatado las cr¨ªticas de numerosos supervivientes y familiares de las v¨ªctimas, que han mostrado tambi¨¦n su decepci¨®n por la levedad de las penas contra Roh y los otros procesados por los delitos de mot¨ªn y traici¨®n. Algunas de las madres de estudiantes asesinados en Kwangju, vestidas de luto, atacaron al hijo de Roh a la salida del tribunal.
Los partidos pol¨ªticos aprobaron la sentencia, que, en palabras de un portavoz del gobernante Nuevo Partido coreano, garantizar¨¢ que "el poder pol¨ªtico legitimado se vea libre de violencia y conspiraci¨®n en el futuro". Lo que nadie duda es el gran ¨¦xito que la culminaci¨®n de este juicio supone para el actual presidente, Kim Young Sam, quien en 1993 se convirti¨® en el primer mandatario civil en 32 a?os. Desvelar y castigar los actos de corrupci¨®n realizados por los Gobierno miltares que le antecedieron ha sido su objetivo prioritario suyo.
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